Las chinches y toda la cantidad de cuestiones a su alrededor no cesan. Aunque se intenta disminuir el ruido alrededor de este suceso, entre los memes, posibles plagas y posibles fumigaciones es más bien imposible no hablar de eso o entrar en la paranoia de pensar que ya traemos las chinches con nosotros a todos lados, incluso en el metro de la ciudad o en las aulas de clases (cof, UNAM, cof).
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Dado lo anterior, han brotado todos los expertos a decir cómo es que podemos acabar con esta plaga de manera natural y, sobre todo, segura, tanto para nosotros y también para el resto de los insectos que se encuentran en el ecosistema que se pueden ver afectados por malas prácticas. Así, el vapor se ha puesto en lo más alto de las posibilidades y es cada vez más frecuente su uso para la eliminación de estos insectos molestos. Pero, ¿qué tan cierta y funcional es esta práctica?
Lo primero que se tiene que tomar en cuenta ante esta práctica es la temperatura y el tiempo de exposición, pues según estudios las chinches son más resistentes en algunas fases de su ciclo biológico. En suma, si no aplicas el proceso correcto, puedes dañar tu colchón y no acabar correctamente con las chinches.
Para una completa eficacia debes pasar tu máquina de vapor sin prisas y por cada rincón de la cama y así asegurarnos que el vapor penetre bien las capas del colchón e incluso atacar a los huevos que han puesto estos insectos. Asimismo, no olvides pasar el vapor por ninguna parte de la cara porque podrías dejar algunas chinches vivas y eso será suficiente para que se vuelvan a multiplicar.
Finalmente, sólo deberás esperar a que el colchón se seque por completo para poder volver a usarlo. Podrás notar entonces, pasado el tiempo, si el proceso que llevaste a cabo para eliminar esa molesta plaga fue funcional o no lo llevaste a cabo de manera correcta. Si lo hiciste mal, no te desanimes por completo, pues puedes intentarlo de nuevo.
DG