La muerte de seis jóvenes en Zacatecas hace unos días subió un punto más la violencia que se vive en México. Un grupo armado les secuestró a las cuatro de la mañana cuando estaban celebrando un convivio. Lo siguiente fue la desaparición y hallazgo de sus cuerpos en un lugar inhóspito de Zacatecas.
Esa noticia fue portada no sólo de la prensa española, sino de muchos periódicos de Europa. Representó una nota más de la incertidumbre que se vive en el país.
Un mes antes, cinco jóvenes se mataron entre ellos. Fue dantesco. Ocurrió en los Altos de Jalisco, el narcotráfico estaba detrás. Aquella información corrió como la pólvora por las redacciones europeas ante la estupefacción de quien lo leía.
México está viviendo un momento delicado, muy delicado. Por una parte, por las noticias del narcotráfico, pero también por la degradación de la sociedad civil.
Por otra parte, por las elecciones del próximo año donde dos mujeres se van a jugar la Presidencia.
Todo esto se ve con mucho interés en Europa.
Gane quien gane necesitará recomponer las relaciones con Europa, especialmente con España y también la imagen que está suscitando México con tanta violencia. Todo eso tendrá que recomponerse. El “último” y terrible evento fue el asesinato de los jóvenes de entre catorce y dieciocho años que murieron en Zacatecas cuando un grupo armado les secuestró.
Lamentablemente es un suma y sigue. La ola de violencia que se vive en México parece no tener fin.
Sólo un dato que asusta. Cuando queda un año para que el presidente López Obrador termine su administración, van ya 170 mil muertos por el narcotráfico. Se dice muy pronto, pero es una cifra inasumible.
La incertidumbre está golpeando a la sociedad mexicana pero también a todos los que quieren invertir o ir a conocer México, ese gran país que lamentablemente sigue siendo víctima de la violencia.
@pelaez_alberto