El Monumento a La Raza es un espacio emblemático al norte de la Ciudad de México y pese a ello se encuentra en el olvido y sin mantenimiento por parte de las autoridades; aún no es declarado como patrimonio cultural, lo que es clave para frenar su deterioro.
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Actualmente la Comisión de Derechos Culturales del Congreso de la ciudad, II Legislatura, lucha porque este espacio cultural sea rescatado y no avancen los daños.
Mediante solicitudes de información realizadas por 24 HORAS a la alcaldía Cuauhtémoc, Secretaría de Obras y Servicios, Cultura y Jefatura de Gobierno sobre las obras de conservación y presupuesto destinado para este inmueble, ninguno reconoció tener una responsabilidad sobre el monumento.
Caso contrario al Ángel de la Independencia, el cual recibe un mantenimiento constante y tanto la alcaldía Cuauhtémoc como la Jefatura de Gobierno se disputan su tutela.
La Comisión de Derechos Culturales del Congreso presentó un dictamen en el que se plantea su evidente abandono “con una fuerte necesidad de mantenimiento; la fuente norte no funciona, además, la cabeza de Quetzalcóatl que está colocada en la base de la fuente sur se encuentra rota”.
En este sentido, refirieron que la falta de atención del Monumento a La Raza, ubicado sobre Insurgentes Norte, no sólo causa afectaciones al paisaje urbano, sino que afecta directamente el aprovechamiento de este sitio como espacio público.
Por lo que hacen un llamado a la persona titular de la Secretaría de Cultura capitalina a iniciar un trámite para que sea emitida la Declaratoria de Patrimonio Cultural para la efigie a fin de que se destinen fondos presupuestales en el ejercicio fiscal 2024 para su conservación, ya que la pirámide fue construida entre 1930 y 1940.
“El H. Congreso de la Ciudad de México exhorta a la persona titular de la Secretaría de Cultura para que en términos de la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México se comience el trámite para la emisión de la Declaratoria de Patrimonio Cultural para el Monumento a La Raza, y en consecuencia, se garantice su mantenimiento”, se lee en dictamen.
En el documento también estipula que la procuración del mantenimiento y evitar el abandono de este monumento son responsabilidades de la Subsecretaría de Servicios Urbanos, adscrita a la Secretaría de Obras, obligación que debe compartir con la alcaldía Cuauhtémoc, demarcación en la que se encuentra dicho emblema capitalino.
Sin embargo, al consultar con la secretaría local de Cultura, así como Obras y Servicios, señalaron que las labores relacionadas con dicho monumento son competencia de la alcaldía Cuauhtémoc; mientras que al consultar a la demarcación a cargo ésta refirió que no tienen registros relacionados con el inmueble.
LEG