Si eres de las personas que se autonombran “perfeccionistas”, pero tu miedo a la imperfección ya te rebasa, puedes sufrir de atelofobia.
Conoce detalladamente qué es esta fobia y cuáles son son sus características para que sepas si tú la padeces o simplemente te gusta ser perfeccionista.
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En la sociedad actual, el perfeccionismo se concibe más como una virtud que como un defecto, pero… ¿qué sucede cuando éste se convierte en un trastorno?
Así como lo oyes, algunas personas pueden sufrir de ansiedad y otros síntomas si las actividades que realizan no les salen como ellos planearon.
A esta búsqueda irracional de la perfección se le conoce como atelofobia y está ampliamente relacionada con el trastorno de ansiedad.
“Atel” quiere decir “incompleto, imperfecto” y “phobos” significa “temor, miedo”, ambas palabras provienen de una etimología griega.
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Este miedo puede afectar la vida cotidiana de quien lo padece, ya que se plantea autoexigencias inalcanzables que lo pueden desalentar.
Además de la ansiedad, las personas con atelofobia viven con estrés y depresión. Al hablar de una fobia, nos referimos a un pánico desproporcional a una situación en concreto, así que no solamente se trata de “relajarse” o “dejar de ser así”.
Como la mayoría de los trastornos mentales, la atelofobia puede tener varios factores que la causen. Algunos de los más comunes pueden ser:
- Haber tenido una educación muy estricta
- Predisposición genética
- Personalidad perfeccionista (estricta, metódica y crítica)
- Experiencias traumáticas
Algunos de los síntomas son:
- Preocupación constante por no ser lo suficientemente bueno
- Autocrítica constante
- Ansiedad, estrés y hasta depresión como consecuencia de que algo pudiera salir mal
- Miedo a tomar decisiones
- Miedo a cometer errores en situaciones aparentemente simples
- Dificultad para recibir críticas o retroalimentación
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