Alrededor de 1,7 millones de afganos viven ilegalmente en Pakistán, por lo tanto, el gobierno de este territorio optó por abrir varios centros de detención, en los cuales se les proporcionará instalaciones y alimentos.
“Estos centros han sido llamados ‘centros de detención’. Allí serán llevados los inmigrantes ilegales. Los niños, las mujeres y los ancianos serán tratados con especial respeto”, declaró el ministro del Interior paquistaní, Sarfraz Bugti.
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A principios de mes, Pakistán dio un plazo a los inmigrantes irregulares de abandonar el país por sus propios medios, ya que si no lo hacen entonces serán expulsados a partir del 1° de noviembre.
“Después del 1° de noviembre no haremos ninguna concesión respecto a los inmigrantes en situación irregular”, añadió Bugti.
Cabe resaltar que las principales razones por las que Pakistán tenga un sentimiento antiafgano son por la crisis económica y el aumento de la delincuencia.
DRS