En La Mora, Chihuahua, prevalecía la paz cuando éramos niños, realmente nadie tenía miedo, pero llegó la guerra contra el narco en 2008 a un estado donde 50% de la economía depende de esta actividad y las cosas cambiaron de rumbo; ahora “no me siento seguro” y menos tras el asesinato de mi hermano por defender a la comunidad, lamentó el activista Julián LeBarón.
A cuatro años de la masacre que dejó nueve víctimas mortales de esta familia en Bavispe, Sonora –seis menores y tres mujeres– su hija, Sofía Zamarrón Apodaca, fue presuntamente víctima de persecución y secuestro virtual el pasado 1 de noviembre, el cual, de acuerdo con la Fiscalía estatal, “fue perpetrado desde la cárcel”.
El activista aseguró que la llamada a Sofía no fue al azar, pues tenían datos íntimos de la familia y quien la llamó dijo que era a nombre de Andrés Manuel López Obrador “porque estaba muy enojado con nosotros y quería hacerle daño a mi familia y no sé cuántas estupideces más”, relató a este diario.
Finalmente, tras horas de espera –en las que le enviaron fotografías de su hija sin informarle sobre su paradero y le solicitaron 300 mil pesos de rescate– a las 18:00 horas pudo reunirse de nuevo con ella, quien asustada le dijo: “Les di información…”.
La joven, hija de Evaristo Zamarrón, quien murió en un accidente antes de que ella naciera, era amenazada con la supuesta desaparición de Julián Lebarón.
BUSCAN EMANCIPARSE
El también constructor y padre de 18 hijos, relató que “los maleantes se pasean por la región como si fuera un mini ejército, y es ofensivo(…) lo que estamos tratando de hacer es un Gobierno autónomo para proteger a nuestra comunidad, porque el poder que tiene el alcalde (de Casas Grandes) es el de casi un dictador, porque casi unilateralmente él decide sobre la seguridad pública”.
Por ahora esperan la declaratoria del Instituto Estatal Electoral que les otorga el derecho a la autodeterminación en caso de cumplir con los parámetros que equiparan a su comunidad con una indígena y así preservar sus costumbres.
OTRO CASO IMPUNE
El 4 de noviembre de 2019, tres mujeres y sus 14 hijos viajaban de Galeana, Chihuahua, a Bavispe, Sonora, cuando fueron emboscadas en los límites de ambos estados y uno de los automóviles fue calcinado por completo con una mujer y cuatro de sus hijos.
Hasta ahora sólo hay una persona condenada por la matanza. Se trata de Fidencio González Esparza, El Janos, pero fueron al menos 100 personas las que participaron disparando tres mil 500 veces, dijo Julián LeBarón.