Antonio Costa, el primer ministro de Portugal, presentó su renuncia al presidente Marcelo Rebelo de Sousa, el cual la aceptó sin dudar.
Después de aceptar la renuncia, Sousa convocó para el miércoles una reunión de los partidos con representación parlamentaria para organizar elecciones anticipadas.
Desde 2015, Costa ha estado en el poder, sin embargo, su popularidad se ha visto afectada por una serie de escándalos.
Después de que la fiscalía iniciara una investigación por irregularidades en la gestión de proyectos energéticos contra uno de sus ministros y su jefe de gabinete, Costa anunció su renuncia.
Dicha investigación está relacionada con sospechas de “malversación, corrupción activa y pasiva de cargos públicos y tráfico de influencia” en la atribución de concesiones para minas de litio y de producción de hidrógeno.
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Costa se dijo “sorprendido” por la apertura de esa investigación.
La justicia informó que debido al “riesgo de fuga” y a que persista “la actividad delictiva”, decretaron la detención del jefe de gabinete del primer ministro, el alcalde de Sines y de dos directivos de Start Campus, un centro de procesamiento de datos.
El presidente del consejo directivo de la Agencia Portuguesa para la Protección del Medioambiente (APA) también está siendo investigado.
DRS