La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) entregó apoyos de forma irregular, lo que generó un presunto daño al erario por 3.1 millones de pesos, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Las anomalías fueron por subsidios a Organizaciones de la Sociedad Civil para la operación de refugios temporales de apoyo a mujeres víctimas de violencia, según el informe de la Segunda Entrega de la Cuenta Pública 2022.
El documento indica que al menos dos organizaciones cometieron irregularidades en la primera parte de asignación de recursos, lo cual fue ignorado por la Conavim y les siguió entregando ministraciones monetarias, sin que a la fecha de la conclusión de la auditoría las hayan comprobado.
Las agrupaciones involucradas no están identificadas, ya que se trata de los resultados preliminares y, tanto éstas como la dependencia, tienen 30 días hábiles para solventar las observaciones.
“Se presume un probable daño a la Hacienda Pública Federal por un monto de 2 millones 926 mil 785.42 pesos por la falta de documentación justificativa y comprobatoria que acredite el ejercicio de los recursos o su reintegro a la Tesorería de la Federación de un proyecto de una Organización de la Sociedad Civil”, indica el reporte.
La Conavim entregó los recursos a pesar de que se identificaron irregularidades en la operación del refugio para mujeres violentadas, como “que carecía de mantenimiento, infraestructura requerida, espacios exclusivos de atención de las usuarias; lugares para los cursos de inserción laboral; suficientes cámaras de vigilancia y maya de protección en los muros exteriores”.
El refugio tampoco contaba con los controles de seguridad estipulados en el modelo de atención. Las cuatro habitaciones disponibles para las víctimas de violencia extrema presentaban condiciones indignas, además de que la organización civil mintió en sus documentos al señalar que contaba con 10 cuartos.
“Se observó que a una organización civil se le transfirió el recurso de la segunda ministración, no obstante que en la visita de seguimiento realizada por la Conavim al inmueble del refugio se verificó que carecía de la infraestructura requerida, ya que sólo contó con cuatro habitaciones, mientras que en la solicitud del apoyo del Convenio de Concertación de Acciones formalizado se señaló que contaba con 10”, agrega.
La dependencia del gobierno vio parte de esas anomalías y siguió entregando recursos a la organización para la operación del refugio, aunque después solicitó su reintegro, a la fecha no se tiene registro de que la organización civil lo haya regresado.
Otra de los presuntos daños al erario fue por 209 mil 666 pesos porque nueve organizaciones civiles no presentaron “evidencia documental que sustente la aplicación de los recursos” en los proyectos para combatir la violencia extrema contra mujeres y menores de edad.
En sus conclusiones, la ASF señaló que hubo “deficiencias en la operación, control y seguimiento de los subsidios del Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus hijas e hijos, otorgados por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres a las Organizaciones de la Sociedad Civil”.
Otra de las irregularidades generales fue que “no se efectuó, mediante un acta de entrega-recepción suscrita con la Secretaría del Bienestar, la transferencia de los recursos materiales, humanos, tecnológicos y de comunicación, así como de la información y documentación de la operación de dicho programa”.
Además, se identificó que en la documentación comprobatoria de seis proyectos, ocho de los especialistas registrados para atender a las víctimas “no cumplieron con la profesión requerida, y en dos proyectos participaron dos profesionistas a los que se les efectuaron pagos en demasía”.