La agencia de la ONU para la Educación y la Cultura, se contagió ayer de la fiebre del K-Pop, cuando el grupo juvenil surcoreano Seventeen convirtió una sala de conferencias en un festival.
Con el objetivo declarado de defender tanto el medio ambiente como de la educación, la banda provocó gritos y excitación entre un público entregado en la sede de la institución en París.
“El ambiente era de locos”, declaró un vocero de la Unesco, que no suele emplear un lenguaje tan distendido.
El canal de YouTube de la Unesco registró 145 mil visitas durante la retransmisión en directo, un récord histórico para la agencia, y se publicaron 57 mil mensajes en directo.
Según el portavoz, las 500 entradas se agotaron en un abrir y cerrar de ojos, y muchos aficionados consiguieron reservas por Internet, incluso antes de que el enlace estuviera oficialmente activo.
Muchos hicieron cola bajo la lluvia durante horas con la esperanza de conseguir un sitio.
Seventeen, banda musical formada por chicos jóvenes y fundada en 2015, es uno de los grupos de K-Pop de mayor éxito, con 15 millones de copias vendidas solo este año.
Sus letras no son políticas ni polémicas, sino que ofrecen lo que sus integrantes llaman un “mensaje positivo” en respuesta a los problemas del mundo.
“Junto con los demás miembros del grupo, quisiera aprovechar este momento para compartir con todos los jóvenes del mundo la importancia de la naturaleza, el valor de luchar por un futuro mejor, la importancia de la educación”, dijo Seungkwan al público antes del concierto.
Su compañero de banda Mingyu explicó que, con sus primeros ingresos, los miembros de Seventeen habían comprado 13 cabras que regalaron a niños en Tanzania.
Joshua, otro de sus componentes, agregó que el año pasado el grupo había comenzado a recaudar donativos para ayudar a construir una escuela en Malawi.
“No invitamos a cualquier banda, sino a una con un mensaje de solidaridad”, dijo Gabriela Ramos, subdirectora general de la Unesco, que se mostró encantada de que la fama de Seventeen se refleje en la Unesco, que acoge actualmente un foro sobre juventud.
Siam, de 24 años, parece estar de acuerdo con esta estrategia.
Además del mensaje “impactante y atractivo” de Seventeen, “vimos otra cara de la Unesco. Aparte de la actuación, la gente que habló esta noche nos inspiró un poco”, dijo esta joven tras el concierto. /AFP