Un movimiento toma fuerza:

-¡Fuera el Ejército y la Marina de las zonas turísticas!

Los prestadores de servicios -hoteleros, agentes de viajes, restauranteros, transportistas, guías, airbnb, etcétera- tienen certificado:

-La milicia ahuyenta a los visitantes.

No están acostumbrados a ver en sitios de gran afluencia a personas con uniforme verde olivo y metralletas al hombro.

Les da miedo.

Sobre todo a viajeros de Estados Unidos y Canadá, cuyo militarismo internacional no está en duda pero no es común en sus territorios.

No en playas, calles, plazas públicas, zonas arqueológicas, a la entrada de hoteles y restaurantes o donde menos lo esperan en sus recorridos.

Ese espectáculo lo ven a su arribo a México, pues aeropuertos, pasos fronterizos y puertos marítimos son vigilados por miembros de la Defensa Nacional o de la Marina.

Borra la imagen de paz y descanso esperadas porque perciben una imagen de un país en alerta o en riesgo de guerra.

Esa percepción se agrava al ver o enterarse de balaceras, muertes, secuestros, advertencias de riesgo de Estados Unidos y notas informativas de más 171 mil crímenes violentos en el sexenio.

CRÍTICA AL RÉGIMEN

Ante esa realidad, proyectan actuar.

Aunque la alarma por el país, la voz primaria la ha dado el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) y su presidente Braulio Arsuaga Losada:

“…nuestro reconocimiento a las Fuerzas Armadas. Sin embargo, en una sociedad moderna como la que queremos edificar, no hay espacio para que los militares se hagan cargo de la construcción y operaciones de servicios turísticos, por lo que consideramos necesaria la desmilitarización de la actividad turística”.

Saben, pues no ser ingenuos, el riesgo de llevar esta exigencia a López Obrador, por lo cual ven hacia el futuro: lo dialogarán con los candidatos a la Presidencia.

Su reclamo es amplio: no quieren el uniforme castrense en playas, líneas aéreas, aeropuertos -esto incluye el AIFA, Tulum y Ciudad de México-, Tren Maya y carreteras.

Algo imposible ahora.

Son parte de su decálogo para dar certidumbre al sector, en especial en seguridad pública y jurídica en la tenencia de la tierra, para cuando acepten Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum.

Son incluyentes y luego invitarán a Samuel García, a quien los analistas ven como operador del régimen para debilitar al Frente opositor y a Xóchitl Gálvez.

CRISIS EN MORELOS

Se le firme y no arrepentida.

Es, hasta ahora, la mayor deserción de la manipulación morenista a través de las pregonadas encuestas para imponer candidatos de dedazo.

Y fue, también, la primera víctima porque el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, la vetó para participar en el proceso interno del partido oficial.

Es la senadora Lucy Meza, ahora candidata del Frente y quien ve a un Morelos devastado por el deterioro social, político, económico y gubernativo con El Cuau.

-Baste un dato: los parques industriales están de adorno y se van diez grandes empresas por la inseguridad, entre ellas Nissan, con su secuela de secuestro, cobro de piso, extorsión y un sinfín de delitos.

Sin seguridad no hay inversión”, dice, y tras ese análisis plantea la seguridad pública, la paz social y el dinamismo económico como ejes de su plan de gobierno.

 

    @urenajose1

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