La estrategia de “abrazos y no balazos” no ha sido suficiente para hacer frente al crimen organizado, reconoció la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Lo anterior, al señalar que la seguridad continúa como un tema pendiente en el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Desde antes ya venía esto. No se ha podido detener al crimen organizado y esta estrategia tampoco”, reconoció el obispo Trinidad Zapata Ortiz.
En conferencia de prensa, tras la reunión de ayer con el mandatario federal, el Episcopado consideró necesaria una colaboración “en todos los niveles”, para hacer frente a la delincuencia.
“Este es un problema que no se ha podido detener. La violencia se ha implantado, el crimen organizado ha hecho escuela en todos los niveles. Se necesita colaboración de todas las partes porque las causas son multifactoriales. Se necesitan normas, leyes, se necesita también un plan para mantener buenos resultados. Aquí (en México) tenemos todavía esa deuda pendiente”, señaló.
Respecto al encuentro de ayer con el presidente López Obrador, el CEM aseguró que se trató de una reunión breve, de alrededor de una hora, en la que el mandatario federal abordó el tema de la violencia e informó la situación financiera del país.
“Tuvo un formato muy breve, solamente estuvimos con él aproximadamente una hora. El formato fue muy sencillo, un servidor le presentó los objetivos de nuestra asamblea y las preocupaciones de obispos de México en todo lo que está ocurriendo en nuestro País.
Posteriormente, el Presidente tomó la palabra, nos informó sobre la situación económica financiera del País y cómo se está enfrentando la violencia”, detalló el arzobispo presidente de la SEM, Rogelio Cabrera López. / Rodrigo Cerezo