Un día como hoy, pero de hace 35 años México se vestía de luto con el fallecimiento del arquitecto tapatío Luis Barragán, uno de los artistas de mayor reconocimiento e influencia en nuestro país y el mundo.
La admiración y respeto por él perdura hasta la actualidad. En 1980 se convirtió en el primer latinoamericano en recibir el prestigioso Premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura mundial.
Luis Barragán nació en 1902 en Guadalajara con el nombre de Luis Ramiro Barragán Morfín. Se graduó en Guadalajara como ingeniero civil y arquitecto en 1925. Después recorrió Europa, donde admiró los grandes jardines de las ciudades del viejo mundo, lo cual plasmó posteriormente en una gran arquitectura de paisaje que desarrolló a lo largo de su trayectoria.
En 1936, al volver al país, se trasladó a la Ciudad de México donde hasta 1940 construyó algunos edificios de departamentos y pequeñas residencias. A partir de ese año procuró realizar sus propios proyectos y, junto con colegas, desarrolló proyectos de planificación y urbanismo que establecieron normas de construcción encaminados a crear un ambiente armónico en términos arquitectónicos y evitar la destrucción de la belleza del paisaje.
Entre sus obras destacan el convento de las Capuchinas, la planificación completa del fraccionamiento residencial Jardines del Bosque, en Guadalajara y la urbanización de Ciudad Satélite, donde construyó las famosas Torres de Satélite, con la colaboración del escultor Mathías Goeritz y emblemática Casa Luis Barragán.
El arquitecto murió el 22 de noviembre de 1988 en su casa de Tacubaya, en la Ciudad de México. Sus restos fueron trasladados al día siguiente a Guadalajara, donde reposan en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. /24 HORAS