Regresar el uso de trenes de pasajeros al país con un proyecto bien estructurado puede ser rentable y generar desarrollo, coincidieron expertos, pero eso tardará por lo menos entre cinco o seis años.
David Camacho Alcocer, doctor en ingeniería ferroviaria y académico de la UNAM, explicó que un tren por sí sólo con la venta de boletos no puede ser negocio.
Detalló que se necesita explotar todo el desarrollo urbano aledaño al sistema con plazas comerciales, locales y negocios que generen ingresos extraordinarios y el Gobierno incluso pueda obtener más impuestos por la suma de esos desarrollos para que pueda haber el retorno de inversión que se aplique.
El experto aseveró que se necesita un estudio de factibilidad que dura nueve o 10 meses antes de iniciar una línea de tren y luego otro año para sacar el proyecto ejecutivo.
El Gobierno de México publicó un decreto este 20 de noviembre para expropiar las líneas concesionadas para vías de carga al uso de trenes de pasajeros.
La propuesta busca persuadir a las empresas privadas a operar al menos siete líneas de trenes de pasajeros o por el contrario serán militares quienes entren a operar este nuevo transporte, vías que dejaron de funcionar para ese servicio desde la década de los 80.
Consideró que se debe dar prioridad al plan del tren de pasajeros México-Querétaro, porque sería importante concretarlo y sería más rápido poner ese sistema en operación. Agregó que también hay una gran oportunidad en las líneas Irapuato-Guadalajara o Saltillo-Monterrey y sería muy importante impulsar la línea México-Puebla.
El académico comentó que uno de los principales frenos para el proyecto es que tardan en entregar los vagones o convoys entre tres y cinco años después de la compra.
“Tienen que empezar la planeación desde ahorita y revisar bien con estudios que tipo de trenes van a usar, qué tipo de demanda puede alcanzar.
“Sí vemos el caso de los chinos de usar un mapa de desarrollo ferroviario, pues en realidad México tardará hasta 25 años en tener un nuevo sistema de trenes de pasajeros, no queda de otra para ese desarrollo”.
Puntualizó que falta normatividad e infraestructura, se debe de negociar como se adecuarán las líneas ya existentes, se deben de establecer procesos para que no fracase el proyecto.
Camacho Alcocer dijo que el decreto es histórico porque los trenes de pasajeros pueden traer movilidad, desarrollo y depende de todos, tanto empresas como de las autoridades para que pueda avanzar un sistema moderno de trenes.
Al respecto, Carlos Barreda Westphal, director de Desarrollo del grupo Ferroviaria.MX, puntualizó que la infraestructura ferroviaria con la que cuenta el país tiene un horizonte de obsolescencia de al menos 50 años.
Pero a todas luces, señaló, se ofrecerá una mayor movilidad a la población y habrá beneficios para el sector de la construcción.
Resaltó que no consideran la construcción de vías para trenes de alta velocidad para estas mismas rutas que pueden ser más competitivas y demandantes como en los países europeos.
Barrera Westphal, especialista en implementación de trenes, añadió que ofrecer el servicio sobre las mismas vías usadas para carga puede poner en riesgo la transportación logística de productos y bajar la calidad esperada para los pasajeros.
Recordó que el sistema de vías necesita ser modernizado, “por supuesto que se requeriría de una inversión importante, porque hay que rehabilitar y construir estaciones en donde se ofrezca el servicio… la adecuación de las vías y la infraestructura eléctrica que alimentará esos trenes”.