Corea del Norte dijo el lunes al Consejo de Seguridad de la ONU que su lanzamiento de un satélite de espionaje fue en legítima defensa, rechazando las denuncias encabezadas por Estados Unidos.
El lanzamiento del satélite “Malligyong-1” la semana pasada provocó la suspensión de un acuerdo de 2018 entre Corea del Norte y del Sur para mitigar las tensiones militares en la frontera.
Según la agencia de noticias oficial KCNA, el satélite tomó imágenes de Seúl y de las ciudades de Pyeongtaek, Osan, Mokpo y Gunsan, donde hay bases militares surcoreanas y estadounidenses.
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El satélite tomó también imágenes “en detalle” de la Casa Blanca y el Pentágono en Washington, de acuerdo con KCNA, que dijo que Kim estaba revisando las fotografías. Además registró algunos portaaviones en una base militar y un astillero en el vecino estado de Virginia, según el informe.
Seúl, Washington y Tokio condenaron el lanzamiento que, según ellos, vulnera las resoluciones de Naciones Unidas que prohíben a Pionyang el desarrollo de tecnología de misiles balísticos, también usada en los satélites.
En una rara aparición en el Consejo de Seguridad, el embajador de Corea del Norte ante Naciones Unidas, Kim Song, se quejó de que otros países no enfrentan restricciones en materia de satélites.
“Ninguna otra nación en el mundo se encuentra en un entorno de seguridad tan crítico como la RPDC”, dijo Kim, utilizando el nombre oficial del Norte, República Popular Democrática de Corea.
“Una parte beligerante, Estados Unidos, nos está amenazando con un arma nuclear”, afirmó. “Es un derecho legítimo para la RPDC, como otra parte beligerante, desarrollar, probar, fabricar y poseer sistemas de armas equivalentes a los que Estados Unidos posee o está desarrollando”, añadió.
También se burló de las acusaciones estadounidenses de que la tecnología satelital ayudó a Corea del Norte a perfeccionar su capacidad de misiles y cuestionó si Estados Unidos puso satélites en órbita “con una catapulta”.
La embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, rechazó la afirmación de Corea del Norte de que estaba actuando en defensa propia y dijo que los ejercicios conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur eran “de rutina” y “de naturaleza defensiva”.
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“Reducimos intencionalmente el riesgo y buscamos la transparencia al anunciar los ejercicios con anticipación, incluidas las fechas y las actividades, a diferencia de la RPDC”, dijo, y agregó que los ejercicios no violaron las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Pionyang procedió este año a un número récord de ensayos de misiles, pese a las sanciones internacionales y a las advertencias de Estados Unidos, Corea del Sur y de sus aliados.