Limitados en su producción ofensiva, Vikings y Bears dieron cierre a la semana 12 de la National Football League, con triunfo para el cuadro de Chicago por marcador final de 10-12, que los dejó con récord de 4-8, para aún permanecer al fondo de su respectiva zona.
Aunque el partido preveía un encuentro entre rivales divisionales en el Norte de la Conferencia Nacional, el desempeño de ambos clubes en el emparrillado del US Bank Stadium, demostró las evidentes carencias de los dos, que apenas sumaron puntos por cerca de 50 minutos a través de sus pateadores en goles de campo.
Tras una producción ofensiva que les significó 242 y 318 yardas totales para cada uno, Joshua Dobbs fue el elemento que mayores dudas generó como líder ofensivo de los Vikings, con una noche para el olvido en la que sumó solamente 185 avances por aire y cuatro intercepciones.
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Los Vikings se adelantaron tras una combinación entre Dobbs y T.J. Hockenson, que se conjuntaron para la única anotación de la noche a menos de seis minutos de finalizar el encuentro, que por momentos les dio la victoria parcial por una diferencia mínima, que invitó a los de Chicago a buscar una serie ofensiva mínimamente eficaz, para colocar a Cairo Santos en posición de anotar el gol de campo del triunfo.
El pateador de origen brasileño culminó como la figura indiscutida del partido, tras haber conseguido los 12 puntos de su equipo con un promedio de efectividad del 75 por ciento, al acertar en cuatro de sus cinco intentos.
Aunque la derrota no llevó a los Vikings a perder el segundo sitio en la división, sí condicionó sus oportunidades de clasificar a playoffs como uno de los comodines mejor situados en la NFC, en la que Cowboys, Seahawks y Saints apelan a alguno de esos sitios, mientras que los Bears aún tienen opciones de aspirar con postemporada, a tan solo dos victorias del segundo sitio de Minnesota.