La Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático con más participación de la historia se abrió ayer en Dubái, Emiratos Árabes Unidos (EAU), con el lanzamiento de un fondo de pérdidas y daños para los países más afectados por el fenómeno, un éxito que no consiguió ocultar las tensiones que rodean la cita.
Esta decisión histórica, aplaudida por los delegados de los casi 200 países participantes, concreta en un tiempo récord, apenas un año, el principal resultado de la COP27 realizada en Egipto, donde se aprobó el principio de crear dicho fondo, pero sin definir los detalles.
“Felicito a las partes por esta decisión histórica. Es una señal positiva para el mundo y para nuestro trabajo“, declaró Sultán Al Jaber, el presidente emiratí de la COP28, que está prevista hasta el 12 de diciembre.
“Hemos escrito una página histórica (…) la celeridad con la que lo hemos hecho es inédita”, enfatizó.
La adopción del texto desde la misma apertura de la COP elimina el temor a una puesta en cuestión de ese compromiso, lo cual hubiera perjudicado el resto de negociaciones.
Madeleine Diouf Sarr, presidenta del grupo de países menos avanzados, que representa a 46 de las naciones más pobres, se felicitó por una decisión que tiene “un significado enorme para la justicia climática”.
Los compromisos iniciales son modestos: 225 millones de euros de la Unión Europea, 100 millones de dólares de EAU, y apenas 17.5 millones de dólares de Estados Unidos, entre otros.
Mientras tanto, Jaber, que también preside la compañía emiratí de energías renovables, aseguró que las conclusiones finales de la COP28, dentro de doce días, deberán mencionar “el rol de los combustibles fósiles”.
Esos combustibles son los principales responsables del aumento récord de emisiones de gases de efecto invernadero, en un año que además fue el más cálido que se recuerda, según la Organización Meteorológica Mundial.