Samuel García Sepúlveda retomó sus actividades públicas como gobernador de Nuevo León -con el riesgo de ejercer el cargo de manera ilegal- y señaló una supuesta carta con lo que le exigieron partidos, como PAN y PRI, para dejar al secretario de Gobierno de esa entidad como gobernador interino.
El pasado viernes se cumplió la fecha límite legal para que el mandatario neoleonés concretara su licencia a ese puesto y poder elegible como candidato presidencial, pues la ley señala que se debe separar del cargo seis meses antes de la jornada electoral.
El mismo viernes por la noche, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) validó el nombramiento de Luis Enrique Orozco, como gobernador interino.
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Sin embargo, Samuel García se desistió de su licencia y comunicó que retomaría su cargo como gobernador de Nuevo León, pero desde el pasado ninguna autoridad jurisdiccional o el Legislativo local se ha pronunciado sobre quién ostenta la titularidad constitucional de la gubernatura.
En ese contexto, el exprecandidato presidencial de Movimiento Ciudadano ejerció las funciones de gobernador ayer en Nuevo León al acudir a un acto en Escobedo, cuando todavía no está clarificado si era suficiente que solo avisará por escrito que retomaría el cargo para retomar sus facultades como mandatario estatal.
García señaló que ya notificó a la Suprema Corte y otros tribunales que retomó sus funciones como gobernador y no utilizó la licencia concedida, por lo que consideró que “al no haber licencia y al desairarla todo se cae, y mañana van a ver como en todos los tribunales se van a sobreseer los juicios porque decidí no utilizar la licencia”.
El exprecandidato relató que “el viernes a las 11:55 de la noche, que dice un ministro de la Corte: tiene que entrar el candidato del PRIAN. Dije: ¡Ni madres!, me bañé, me cambié en friega y fui a asumir funciones”.
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Acusó al PRI y PAN en el Congreso de Nuevo León de enviarle una carta con más de una decena de peticiones, a cambio de que le permitieran dejar a Javier Navarro, actual secretario de Gobierno, como gobernador interino.
“Una carta con 11 puntos petitorios, creían estos weyes que soy Santa Claus; primero, dos mil 500 millones de pesos para el otro año, así como desistirse de carpetas de investigación contra políticos y cinco años sin pagar impuestos”, aseveró.
Abundó que “los más ratas no querían pagar impuestos, cinco años limpiados, cómo iba yo a ceder a que los más malandros pongan a quien quieran poner; cuarto (poner a) Adrián de la Garza como fiscal por nueve años y un bandido como auditor”.
Samuel García indicó que podría hacer pública la carta y manifestó: “son unos corrientes el PRI y PAN de Nuevo León”.