El embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, reconoció que el tráfico de armas es un problema que aqueja tanto a México como a EU, y destacó que por primera vez se reconoce que este fenómeno se puede atacar como socios.
“No es un problema de México, no es un problema de Estados Unidos, pero se requiere de inversión en las aduanas y tiene que llevarse a investigaciones contra estos delincuentes. Aunque falten mil días en la lucha contra el tráfico de armas sabemos que hemos empezado muy bien”, expresó el diplomático.
A la par, el titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República (FGR), Felipe de Jesús Gallo Gutiérrez, pidió a las fiscalías de los estados mayor coordinación en la lucha contra el tráfico de armas de país.
Al participar en la inauguración de la Mesa Redonda Retos y Mejores Prácticas con el Combate al Tráfico de Armas México y Estados Unidos, el funcionario expresó que en el país hay todavía mucho por hacer, ya que hay entidades que ni siquiera cuentan con un laboratorio especializado para luchar contra este delito.
Destacó también que en la FGR hay preocupación por las llamadas ‘cargas dobles’ de información, en las que, al reportar los datos referentes a alguna detención, no hay exactitud en las fiscalías estatales en algún cifra o circunstancia, lo causa inconsistencias que dificultan el trabajo de la FGR.
Gallo Gutiérrez, sin embargo, reconoció el intercambio de información que se está dando entre los gobiernos mexicano y estadounidense, “entre amigos, de socios, de compañeros en este problema”.
Esta situación, enfatizó, ha sido el verdadero éxito en el combate al tráfico de armas, por lo que llamó a las fiscalías a aprovechar esta situación.
“Ya se esta empezando a controlar, aunque incipientemente, a las organizaciones de tráfico de armas en Estados Unidos, ha habido golpes con cantidades increíbles con fusiles de asalto AK-47, de R-15, cartuchos, explosivos que no han cruzado la frontera gracias al trabajo que han hecho en conjunto.
“Nos quejamos mucho de la introducción de armas de fuego al país pero poco hacemos, en algunos estados, y otros hacen mucho, en investigar la huella balística para determinar donde fue utilizada esa arma de fuego y en cuántos eventos violentos se tiene relacionado, esa es nuestra responsabilidad” reclamó el funcionario.
Cabe recordar que, en 2009, en el marco de la Operación Rápido y Furioso contra el tráfico de armas, Estados Unidos dejó pasar 2 mil 500 armas ilegales a México, las cuales supuestamente serían rastreadas hacia los cárteles.
Sin embargo, el rastro se perdió, mientras que las armas supuestamente marcadas fueron utilizadas por el crimen organizado en México.