Aquí te decimos qué tan recomendable es echarte un caldo pero de pollo, para este tiempo invernal.
El clima en estos últimos días ha estado más helado que el corazón de tu ex, esto debido a la masa de aire del frente frío número 13 que comenzará a disiparse este viernes, pero no te confíes porque lamentablemente iniciará el número 15, el cual generará un ascenso en las temperaturas, así como lluvias y chubascos en algunas partes de la país, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
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Es bajo este motivo que, a continuación te diremos si es bueno o no consumir un buen caldito de pollo, para el frío. Las abuelas dicen que sí, pues este puede curar todo, desde un resfriado hasta un corazón roto. Pero, ¿será que si?
Según Medline Plus de la Biblioteca Nacional de Medicina, el caldo de pollo, como tal no tiene propiedades curativas, sin embargo su ingesta puede proporcionar un alivio temporal cuando sentimos frío, o incluso estamos enfermos de gripe.
Ya que al ser un alimento caliente, este ayuda a recuperar la temperatura corporal enseguida. También ayuda a liberar las vías respiratorias y reducir la viscosidad del moco y prevenir la deshidratación, en caso de un resfriado.
Por otro lado, el pollo, al cocinarse en caldo, otorga una gran cantidad de vitaminas del complejo B al organismo, que de igual manera son buenas para prevenir enfermarse con estos cambios de clima.
Asimismo, este alimento proporciona una sensación reconfortante debido a su contenido de “umami”, descrito como un sabor “carnoso”, a menudo asociado con alimentos que contienen glutamato monosódico, señaló la BBC.
Y, sus ingredientes como cebollas, ajo y vegetales ofrecen fitonutrientes que respaldan el sistema inmunológico y reducen la inflamación, útil para aliviar los síntomas del resfriado.
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En tanto que, si quieres prevenir una gripe o bien solo mantener una temperatura corporal adecuada , ante estos fríos que “calan hasta los huesos”, te invitamos a que consumas un caldito de pollo, conforme a tu receta favorita, y te apostamos que sentirás más reformado, tal y como si recibieras un cálido abrazo de un ser amado.
CSAS