Luego de que uno de los implicados en el fraude orquestado desde Segalmex se entregó, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que se encuentra satisfecho con el avance de las investigaciones, e incluso ha solicitado el titular de la Fiscalía General de la República (FGR) que el caso no se quede pendiente.
“No se ha dejado (el caso), yo he pedido al fiscal que no quedara pendiente y entre otras cosas, desde luego por la corrupción, pero también porque mis adversarios van a manejar esto en mi contra. Ya lo están haciendo. No les quiero dejar nada, es como Ayotzinapa, que me importa mucho”, dijo el mandatario en su conferencia matutina.
Sobre la responsabilidad que tendría en este desfalco el exdirector de Segalmex, Ignacio Ovalle, López Obrador expuso que será la autoridad quien determine su culpabilidad en el daño patrimonial.
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A inicios de semana, el secretario de la Función Pública, Roberto Salcedo Aquino, aseveró en su comparecencia ante diputados federales, que el daño al erario por Segalmex asciende a 9 mil 500 millones de pesos, de los cuales ya se solventaron 2 mil 700 millones de pesos, por lo que queda por aclarar el destino de 6 mil 800 millones de pesos.
De esta cifra, dijo el funcionario en la Cámara de Diputados, 3 mil 700 están en proceso de aclaración por lo que todavía no se puede determinar si hay daño patrimonial o no por esa cantidad, y de los 3 mil 100 millones restantes, mil 800 están en etapa de investigación y mil 300 están en proceso de responsabilidades administrativas.
López Obrador celebró que ayer se haya entregado René Gavira Segreste, exdirector de Finanzas de la paraestatal para que se llegue al fondo del desfalco.