No sólo mentiroso, impostor y abusivo, sino a unos días de cerrar el 2023 podemos decir que Napillo es un acumulador de deudas y estafas, y es que tristemente para los mineros, esta administración deja muchos pendientes en el ámbito de la justicia y legalidad.
La balanza, una vez más, se inclinó hacia el amiguismo y la complicidad, y me refiero a Napoleón Gómez Urrutia, quien por más laudos, quejas y manifestaciones, nadie ha querido atender a los más de diez mil defraudados por Napillo, a quienes les quitó mil millones de pesos, sin pertenecerle un sólo quinto, dinero que era para la jubilación y pensión de los compañeros.
Napillo, junto con este Gobierno, acumulan 365 días sin responderles a esas familias mineras. Es verdad, el fraude fue cometido en otra administración, pero no por ello el daño deja de existir y las familias dejan de merecer la atención de los gobernantes; estoy seguro que el presidente López Obrador coincide conmigo, la justicia legal y moral no tiene fecha de caducidad.
Este 2023, el millonario Napillo, quien vacaciona en Europa, se atrevió a exigir a los mineros de su sindicato que regalaran parte de su salario para que un grupo de supuestos compañeros huelguistas tuvieran una Navidad digna, con dinero y comida en su mesa.
¿Alguien con miles de millones de pesos necesita quitarle el salario a los compañeros para poder entregar despensas y apoyos? Matemática simple, no pide para despensas, sino bajo la máscara de solidaridad pretende hacerse de un botín mínimo de 30 millones de pesos que no llegará a los mineros.
Otra de las deudas de Napillo es la seguridad. No es minero y nunca trabajó en una mina. No sabe de los riesgos que pueden existir en una mina mal llevada. Los compañeros denuncian que los protocolos de seguridad no son revisados, mucho menos actualizados, no hay recorridos de vigilancia, no hay nada. La vida de los obreros no debe estar en manos de uno de los principales responsables de la tragedia de Pasta de Conchos.
Napillo sigue sin ir a las minas, muy lejos está de escuchar y dar respuesta a los compañeros. Los que hemos estado cerca de él, sabemos que a la clase trabajadora la ve por debajo del hombro. Lo que sí, es que este año se consolidó como el líder de las lonas, nadie lo ve, nadie sabe dónde está o si ya huyó otra vez del país, lo que es un hecho, es que los mineros pueden garantizar su presencia en póster, espectacular o en mantita.
Los desatinos de Napillo y el debilitamiento de su organización son evidentes. Ni mandando a sus achichincles, ni con sus descoloridas lonas logró adueñarse de Caborca, las y los compañeros no creyeron en las falsas promesas de alguien que no da la cara. El mismo caso sucedió en Velardeña, las y los mineros lo ignoraron y al no comprobar el respaldo mínimo del 10% de la base, desecharon la solicitud de detentación del contrato colectivo. A las y los compañeros, hay que felicitarlos por defender a sus familias, derechos y estabilidad.
La justicia social tampoco es lo suyo, por el contrario, es enemigo del trabajador, no olvidemos que votó y que fue el principal promotor de la reforma que topó las utilidades a 90 días y las redujo hasta en 90 por ciento.
No nos acostumbremos a que gente como Napillo siga torciendo la ley en beneficio propio, no permitamos que siga acumulando años de impunidad. Como trabajadores, como obreros y mineros cerremos filas. Señor Presidente, lo sabe, es momento de barrer con la corrupción, es momento de hacerle justicia a los mineros.
@CarlosPavonC