La zona arqueológica de Teotihuacán conmemora 36 años como Patrimonio Cultural de la Humanidad, título que declaró la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1987.
En la actualidad, se erige como uno de los centros urbanos más colosales del mundo antiguo, ubicado en el Estado de México que recibe a millones de personas cada año en sus más de 250 hectáreas.
La también conocida también como la “Ciudad de los Dioses” o la “Ciudad del Sol“, impresiona con sus monumentales construcciones: desde la majestuosa Ciudadela y el Templo de Quetzalcóatl hasta las icónicas Pirámides de la Luna y del Sol, así como el imponente Palacio de los Jaguares.
A lo largo de la calzada principal, popularmente denominada “Los Muertos”, se distinguen los conjuntos residenciales de Tetitla, Atetelco, Tepantitla y la Ventilla, donde aún se preservan asombrosos murales.
Los visitantes pueden disfrutar de actividades milenarias como exhibiciones de juegos de pelota, danzas y ceremonias prehispánicas, temazcales y participar en talleres de cacao y pulque. Por supuesto, no puede faltar la experiencia gastronómica con platillos a base de escamoles, chinicuiles, xoconostle y chapulines, acompañados del tradicional pulque, el elixir de los dioses.
Teotihuacán abre sus puertas de lunes a domingo, de 08:00 a 17:00 horas, con un costo de acceso general de 90 pesos por persona.
He procurado mantener la esencia informativa y resaltar los aspectos más destacados de la zona arqueológica con un enfoque más fluido y ameno, típico de un estilo periodístico.
Este lugar, perfecto para una jornada en familia o con amigos, alberga dos museos imprescindibles: el de la Cultura Teotihuacana y el de Murales Teotihuacanos “Beatriz de la Fuente”, además de una sala de exposiciones temporales en el edificio conocido como “ex-museo”.