A la par que el presidente López Obrador aprovechó su conferencia Mañanera de ayer jueves para designar a Lenia Batres como la sustituta del swiftie Arturo Zaldívar Lelo de Larrea en la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en la sede del Poder Judicial de la Federación, la titular de éste, la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández, ofreció su primer informe anual de labores.

Pese al desaire presidencial, pues el tabasqueño decidió no presentarse a este acto y en su lugar envió a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, la ministra Piña reaccionó a la altura de su investidura, con un discurso sobrio, responsable y evitando caer en provocaciones.

Indudablemente éste ha sido un año complejo para el macrocosmos que conforma todo el Poder Judicial de la Federación. Al ser un organismo autónomo que no se ha doblegado a los caprichos obradoristas, han sido bombardeados y denostados sistemáticamente por el primer mandatario.

Sin embargo, como corresponde a la categoría de aquellos a quienes se les ha encomendado la delicadísima misión de impartir y administrar la justicia, el quehacer de los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal ha sido imparcial y apegado a derecho.

Cierto, todavía hay muchos pendientes, pero si consideramos el contexto de constante asedio al que son sometidos por parte del Ejecutivo y aquellos que se sienten dueños y usufructuarios de la justicia, definitivamente el balance es positivo.

La lectura que le podemos dar al informe y al discurso de la ministra presidenta Piña Hernández es balanceada y objetiva, la prioridad de este órgano autónomo es trabajar todos los días para que la independencia judicial sea un pilar de la democracia y la protección de los derechos, pues sólo así se podría entender que se trata nada menos que de un baluarte indispensable dentro de un Estado constitucional y democrático de derecho.

Y sí, lo cierto es que desde 2018 el Poder Judicial de la Federación ha visto recortado su presupuesto hasta 23%, pero ese factor de ningún modo abarata o condiciona el trabajo que realiza, ponderando el diálogo por encima de la obstinación, la inclusión sobre el sectarismo y los hechos en lugar de las palabras.

El año próximo nuestra democracia vivirá una prueba de fuego, pues la coyuntura de la elección presidencial y que se disputarán más de 20 puestos de elección, con un estimado de 98 millones de mexicanos que podrían acudir a las urnas, sientan un escenario sin precedentes en la historia política del país.

Y es justo por esta circunstancia que la importancia del buen desempeño del Poder Judicial se magnifica.

Por lo tanto, aquí vale de mucho ponderar las palabras de la ministra presidenta Piña Hernández, quien aconsejó a todos los mexicanos no olvidar que la justicia no es un monopolio del Poder Judicial, sino que ésta es responsabilidad del Estado y éste debe velar por la seguridad, la procuración de justicia, el desarrollo social y el combate a la desigualdad.

 

X: @Yalessandrini1

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