El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, es tan poliédrico como enigmático. Tiene desafíos tan importantes como cuando el primer presidente de la democracia, Raúl Alfonsín, tomó el poder tras muchos años de dictadura.
Argentina agoniza en su propio vómito. Su inflación se sitúa en un 144 %. Las reservas negativas del Banco Central —con menos once mil quinientos millones de dólares— dejan al país del cono sur sin salvavidas. La deuda pública es de cuatrocientos quince mil millones de dólares y hoy los argentinos no tienen casi dinero real.
Este liberal con toques ultraderechistas llega al poder en una Argentina descompuesta. Para que pueda revivir, va a tener que tomar medidas drásticas y austeras. Ya es famosa la frase de Milei de que “no hay dinero”. Por eso ahora toca un momento de austeridad. Para ello ha dado de baja la mayoría de los ministerios. De los dieciocho que había los ha adelgazado hasta llegar a ocho.
Los recortes públicos que Milei va a aplicar no tienen precedentes. Además, pretende acabar con el Banco Central y quiere dolarizar su economía. Pero ahora que llega al poder se encuentra con el baño de realidad. A pesar de que dijo que esa dolarización y la desaparición del Banco Central sería “inmediata”, ahora se da cuenta que no podrá ser así y que tardará al menos dos años.
Algo que también va a llevar a efecto probablemente serán las privatizaciones de muchas empresas públicas, que considera están “enfermas”. Se trata de algo parecido a lo que hizo José María Aznar en España a finales de los años noventa. Pero la receta fue buena. Catapultó a España a tener flujo y por lo tanto a acelerar la economía.
Javier Milei es el Donaldo Trump del cono sur. No sólo invitó en el día de su posesión a las autoridades latinoamericanas. Fue mundo y medio. Desde el Rey Felipe VI al húngaro Viktor Orbán. Por estar estuvo hasta el presidente de Ucrania, Zelenski, en un claro ejemplo de internacionalizar a una Argentina sumida en las fronteras del cono sur y hacerla completamente internacional.
Tiene ahora unos meses para ver si sus recetas son efectivas. El pueblo lo desea. Milei también.
@pelaez_alberto