El presidente de Argentina, Javier Milei informó que no designará embajadores en Cuba, Nicaragua y Venezuela, en una demostración explícita del nuevo encuadre diplomático de Argentina.
Dicha decisión geopolítica, protagonizada por Milei impactará de manera significativa en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), imponiendo un nuevo rumbo en la diplomacia argentina, de acuerdo con medios locales.
El nuevo presidente del territorio argentino argumentó que esta medida es una muestra de la firme postura del país contra gobiernos que violan los derechos humanos y la democracia, aludiendo a los regímenes de Diaz-Canel, Nicolás Maduro y Daniel Ortega a los que la administración del expresidente argentino, Alberto Fernández, se alineó.
Dicho giro diplomático impuesto por el ultraderechista, también repercutirá en las relaciones con países como: Brasil, Colombia y México, con los que sus líderes políticos tenían una agenda cercana a esas dictaduras caribeñas.
Sin embargo, Milei optó por apoyar a la oposición venezolana y condenar a Cuba y Nicaragua en organismos de derechos humanos. Diana Mondino, su canciller, ya tiene instrucciones de seguir esta línea política.
A diferencia del gobierno kirchnerista, no habrá ese nivel diplomático en La Habana, Managua y Caracas. Mondino sólo mantendrá la actual representación formal en esos estados, como sucede con el régimen fundamentalista de Irán.
Antes de Milei, figuras como Luis Alfredo Ilarregui, Daniel Capitanich y Oscar Laborde ocuparon puestos diplomáticos en estos países, con actitudes geopolíticas que generaron controversia.
Milei tomó la iniciativa de excluir a Díaz-Canel, Ortega y Maduro de la ceremonia presidencial, a lo que Ortega respondió retirando a su representante en Argentina, a pesar de ello, Maduro y Díaz-Canel aún no respondieron a esta decisión.