Cuartoscuro Daño. Hay personas que perdieron todos sus bienes materiales, familiares y fuentes de trabajo que generaron un estrés postraumático, afirma psicóloga.  

A casi dos meses del impacto del huracán Otis al puerto de Acapulco, los estragos a la población continúan, pero ahora con problemas psicológicos, como depresión, ansiedad y estrés postraumático.

La pérdida de familiares, bienes materiales, fuentes de trabajo y la incertidumbre por el futuro han impactado la salud mental de los acapulqueños, asegura la psicóloga del puerto, Gina Murieta.

Destacó que muchas personas presentan ataques de pánico, insomnio, dificultad para relacionarse, pensamientos catastróficos o temor constante, pero pueden superarlo con ayuda profesional.

Los síntomas, explica, se presentan para personas de todas las edades y estratos sociales.
La especialista asegura que muchos habitantes han acudido a terapia para enfrentar la situación, pues el huracán categoría 5 terminó con su familia o estilo de vida y buscan superarse, a pesar de la gran resiliencia que mostraron.

“Hubo gente que enfrentó situaciones muy difíciles, que perdió seres queridos, a su esposa, esposa, padres e hijos. Además se quedaron sin casa, sin patrimonio y hasta sin una fuente de ingresos”, señalò .

La psicóloga, quien ha proporcionado asesoría gratuita a algunos afectados, narró que se presentó un paciente que perdió todos sus bienes y su familia murió; se quedó solo y se quería suicidar. Su atención fue para contenerlo y aunque necesitaba atención de un tanatólogo, recibió el apoyo, superó ese episodio y sobrelleva la situación.

Sin embargo, Murieta resaltó la importancia de darle seguimiento al tratamiento y continuar con las terapias, porque muchas veces las personas acuden a una o dos sesiones y las dejan.

Apenas hace una semana, se dio a conocer el programa interinstitucional de apoyo emocional, Estoy Contigo Acapulco Otis 23, que ofrecen organizaciones internacionales como las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud y la Secretaría del ramo federal.

ÁNIMO y CONFIANZA
La resiliencia de los acapulqueños se reflejó desde los primeros días, porque a pesar de las constantes tragedias, como los temblores, la pandemia y ahora el impacto de Otis, han salido adelante.
La especialista percibe el entusiasmo que hay entre la población del puerto para que durante esta temporada navideña y de fin de año el destino turístico recobre algo de su esplendor.
Los hoteles ya han abierto, habrá espectáculo de pirotecnia y confiamos que lleguen los turistas, porque la sociedad se recupera, falta mucho, pero hay confianza, dijo Murrieta.

“NO PUEDO DORMIR”
Juan Melchor se recupera del embate de Otis y aunque asegura que su casa no tuvo daños de consideración y no murió nadie de su familia, sufre de ataques de ansiedad que le han provocado insomnio a él y su esposa e hijas.

Nos atrincheramos y se rompieron ventanas y se nos metió el agua, como a muchos vecinos, pero el sonido del viento y de las láminas que volaban era terrorífico.

“Se mojó todo y entraba agua por todas partes, por la cocina, las recámaras, todo se echó a perder”, indicó.
Desde ahí, siempre tengo miedo de cosas que antes no me angustiaba, pero me sobresalto con ruidos fuertes y antes no era así, ahora me enojo de todo, cuando me la pasaba haciendo bromas y hasta he perdido el apetito.