Miles de personas se manifestaron ayer en el centro de Buenos Aires en la primera protesta en contra del gobierno del presidente ultraderechista Javier Milei, en medio de un enorme dispositivo de seguridad.
Los manifestantes de los movimientos sociales de izquierda Polo Obrero y Movimiento Socialista de los Trabajadores marcharon por unas pocas cuadras hasta la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la Presidencia.
Su recorrido por el centro de Buenos Aires fue seguido por integrantes de la Policía de la Ciudad, la Policía Federal, la Policía Federal Aeroportuaria y la Gendarmería, que vigilaron que la marcha dejase al menos un carril libre, sin cortar totalmente el tránsito automotor.
El enorme despliegue fue criticado por los organizadores, que lo consideraron como un intento de provocación. “Esto me recuerda a la dictadura”, declaró Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero.
El operativo fue supervisado desde la sede de la Policía Federal por el presidente de extrema derecha y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Vengo a la marcha para defender las libertades democráticas, la libertad de poder manifestarse. Hay un ajuste brutal y hay que organizarse y salir a resistir”, comentó Ezequiel Pretti, un empleado de 34 años.
La semana pasada, el gobierno decretó una devaluación de la moneda de más de 50% y presentó un plan de ajuste fiscal que eliminará los subsidios al transporte y a los servicios públicos de energía, además de paralizar las obras de infraestructura financiadas por el Estado.
Días atrás, Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, advirtió que se le retiraría los programas de asistencia a las personas que cierren calles para manifestarse. /CON INFORMACIÓN DE AFP