Amables lectoras y lectores:
Quiero aprovechar este espacio de colaboración para compartir con ustedes una reflexión a propósito de estas fechas tan significativas. La Navidad es un momento propicio para que hagamos hincapié en la importancia de valores como el amor, la fraternidad y la solidaridad, que nos unen como personas, como familia y como nación.
Hoy más que nunca, la reconciliación vuelve a ser esencial. Por eso es importante que, más allá de nuestras diferencias, sigamos fortaleciendo el trabajo colaborativo, a fin de lograr el bienestar común. No olvidemos que la unidad es la base para seguir construyendo un país más justo, inclusivo y visionario, donde la diversidad sea nuestra mayor fortaleza.
Soy un fiel convencido de que la familia no sólo es la base, sino el alma de la sociedad, porque es precisamente ahí donde se inculcan los valores que nos guían a lo largo de nuestras vidas. Fomentemos la unidad familiar y recordemos la importancia de compartir cada momento con quienes amamos, reforzando lazos y sembrando amor con cada acción.
El respeto, la honestidad, la solidaridad y la justicia son los pilares irrenunciables que deben regir nuestro actuar en todo momento. Esto permitirá que en el futuro próximo podamos cosechar los frutos, y que México cuente con más mujeres y hombres con valores, capaces de seguir impulsando el progreso individual y colectivo para construir un entorno más equitativo y humano.
Y en este esfuerzo, el trabajo constante es la única vía que nos llevará a lograr todos los propósitos que nos fijemos. De ahí la importancia de continuar dando lo mejor de cada una y uno de nosotros, y de perseverar en la búsqueda de nuestras metas para contribuir con ello al desarrollo del país.
Como nación, aún enfrentamos varios retos para lograr un verdadero Estado de bienestar, pero también contamos con enormes oportunidades y, sobre todo, con el carácter y la voluntad de millones de mexicanas y mexicanos dispuestos a sacar adelante a esta hermosa tierra.
Debemos trabajar juntos, hombro con hombro, para alcanzar un México próspero, inclusivo y en constante transformación, porque ya hemos demostrado que la suma de esfuerzos individuales es la clave para lograr el bienestar colectivo.
En el marco de estas celebraciones, las y los invito a que hagamos un compromiso personal para ser agentes de transformación, y que continuemos realizando lo que nos corresponde en el ámbito público y privado, en el hogar, en las aulas, en la fábrica o la oficina, para tener un México más justo y solidario.
Que la armonía ilumine los corazones y nos inspire a seguir construyendo un futuro prometedor para todas y todos.
Les deseo una Navidad llena de amor, sana convivencia y esperanza.
Felices fiestas.
X y Facebook: @RicardoMonrealA