Todavía no tiene méritos y logros que presumir dentro de la política, mucho menos en la administración pública, pero el diputado morenista (obvio, plurinominal) Miguel Torruco Garza ya aprendió varias de las malas mañas de los viejos lobos de mar. Como representante de los ciudadanos su presencia ha pasado desapercibida en San Lázaro, pero eso sí, ya sabe cómo hacer trampas, cómo pasarse la ley por el arco del triunfo y cómo despilfarrar dinero a manos llenas, aunque los tiempos electorales no se lo permitan.
Y es que el junior del titular de la Secretaría de Turismo, Miguel Torruco Marqués, todavía no se recupera de la paliza que le acomodaron en la contienda interna del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para obtener la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, la cual fue ganada por la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina, y ahora ya está afilando garras y dientes para convertirse en el aspirante guinda a la alcaldía de Miguel Hidalgo.
Bajo esta circunstancia, es que el precandidato de Movimiento Ciudadano a dicha alcaldía, Antonio Carbia Gutiérrez, quien trabaja muy estrechamente con el aspirante naranja a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, Salomón Chertorivski Woldenberg, denunció este miércoles ante el Instituto Electoral a la Ciudad de México (IECM) a Torruquito Jr., pues desde el pasado día 11 ya inició una precampaña simulada y abierta (con el pretexto de realizar su informe de labores como diputado), lo cual consituye un acto anticipado de campaña y violaciones graves a la equidad de la contienda electoral.
Además, nos explicó Carbia Gutiérrez, Torruquito Jr. ya desplegó en la Miguel Hidalgo una muy agresiva campaña de autopromoción personalizada, la cual implica un gasto sumamente oneroso, toda vez que dicha demarcación está practicamente tapizada con pendones y espectaculares con su cara de “niño bueno fifí” y bardas rotuladas con su nombre. ¿De dónde están saliendo los recursos para esta campaña que no es campaña y quiénes son sus patrocinadores? La verdad, aquí hay gato encerrado…
Lo reprochable de lo que está haciendo el hijo del Secretario de Turismo, además de violar flagrantemente la ley, es que se está vendiendo ante sus potenciales electores como el representante de un supuesto “cambio generacional” dentro del movimiento morenista y nada que ver. La realidad es que este diputado federal vía plurinominal (o sea, que nadie votó por él; llegó a su curul por obra y gracia del dedazo divino), es un usufructuario más del nepotismo, como lo son las Alcalde, los Concheiro, los Sandoval, los Taddei y tantos y tantos más que juran y perjuran que no son iguales a sus antecesores.
Tienen razón, no son iguales… ¡Son peores!
X: @Yalessandrini1