El escritor José Agustín en su juventud.
Foto: Especial. El escritor José Agustín en su juventud.  

Girando el timón hacia momentos más agradables en los días en que la vida del escritor José Agustín se encuentra dando batalla, sabiendo ya que hace poco recibió la extremaunción y su pronóstico de salud sigue siendo reservado, vale mirar lo que ha escrito a lo largo de los años y asomarse a esas obras que han marcado generación tras generación desde 1964.

El escritor, nacido en Guadalajara, Jalisco pero registrado más tarde en Acapulco, Guerrero cuenta con más de diez novelas, más de cinco libros de cuento y más de una decena de títulos que se pueden clasificar dentro del terreno de la crónica, el ensayo y el periodismo en su biblioteca personal. Sin embargo, hay algunos de entre su extensa lista de publicados los que han dejado huella no sólo en la historia propia de sus lectoras y lectores, sino de la literatura mexicana y de habla hispana. 

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De La tumba a la Tragicomedia mexicana

La tumba, Grijalbo, 1964 

Novela iniciática e inauguradora de ese movimiento, –nombrado así despectivamente por la ensayista Margo Glantz–, denominado como literatura de la Onda, es esa pieza que abrió las ventanas sin temor a un nuevo lenguaje coloquial, sin pretensiones abstractas, con tintes de sensibilidad única, que se atrevía a mirar hacia espacios de marginalidad, que no tenían cabida en la visión oficialista de la época. Es, a través de Gabriel Guía, un adolescente que en el avanzar de la novela cumple 17 años, que la historia transcurre; es un estudiante, hijo de padres que viven con las comodidades que no todos gozan, con un arrojo hacia la rebeldía, el desencantó, la música y aquello que caracteriza a un chico intelectual que aspira a “salirse del huacal”. ¿Cómo? Con experiencias primeras de juventud.

De perfil, Joaquín Mortiz (Serie del volador), 1966

Probablemente uno de sus libros más grosos, en cuanto a número de páginas y contenido, la segunda novela de José Agustín es un encuentro deleitante con la adolescencia de Rodolfo Valembrando, un joven que no tiene mucho de qué preocuparse, acaso de no tener que fumar o conseguir algo de dinero para divertirse con sus amigos. Sí priman la contemplación, así como las breves y banales inquietudes que, en conjunto, son una invitación a repensar esa época de cambio que es la adolescencia, todo aquello que implican la abrumación, acaso algo de miedo, dentro de un contexto de privilegio. Es el arrojo del autor lo que hace de esto un mundo nuevo hacia visiones futuras. Hay que agradecer la ferocidad y el lenguaje.

Se está haciendo tarde (final en laguna), Joaquín Mortiz (Serie del volador), 1973

Publicada de nueva cuenta por Nitro Press en 2017 con fotografías familiares y textos personales e inéditos de sus hijos, familiares y algunos escritores y escritoras, esta novela, escrita en gran medida durante su estancia –por supuesto obligada– en lo que josé Agustín definiera como El Palacio Negro de Lecumberri, un viaje psicotrópico y soberbio de un día en la vida de un adulto joven, Rafael, quien se dirige hacia Acapulco para encontrarse con Virgilio, puente y promotor de la aventura psicodélica y reveladora a la que se unirán más tarde dos jóvenes estadounidenses y otro agregado cultural más. De nuevo, echando mano de un humor que no cesa y de una lucidez envidiable, el autor construye acá quizás su novela mayor, la más agustinesca, una de las más transgresoras de la época.

El rock de la cárcel, Joaquín Mortíz, 1984

¿Falsa autobiografía? ¿Crónica novelada? ¿Autoficción? A saber. Dividida en tres capítulos: “Quién soy, dónde estoy, qué me dieron”, “Tienes que entrar para salir” y “El rock de la cárcel”, esta novela es la que narra el camino que, podemos suponer, ha llevado al autor hasta donde está: desde sus inicios en los que Juan José Arreola le dio el empujón para ser escritor, pasando por un breve amorío con una de las divas del cine mexicano y, claro, su paso por Lecumberri. Un viaje lleno de viajes, donde distintos psicotrópicos hacen lo propio para darle un brillo distinto a cada experiencia.

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La contracultura en México, Grijalbo, 1996

La realidad en los ojos de José Agustín. Una realidad que, aunque vivida por todos, sólo podía ser vista de este modo por el autor. Un repaso por los momentos más significativos de la contracultura en México: las pandillas juveniles, el rock and roll, los pachucos, los cholos, los punks, entre otros. Obra circular que no sólo describe y profundiza sobre momentos clave o repletos de expresiones, sino que propone la manera en que los movimientos se entrelazan con la cultura popular y las bellas artes.

Bonus track:

Tragicomedia Mexicana I, II y III, Planeta, 1990, 1992  y 1998

Uno de los más hondos retratos del México del siglo XX, donde se describe, con un agudo atino, desde la tragedia y la comedia, los “grandes acontecimientos políticos”, los problemas de impunidad, las cortinas de humo, el debilitamiento de la clase obrera, la industrialización, lo que fue el año 68, la crisis económica, “la abundancia y el derroche”, la corrupción, las revoluciones, el nuevo cine, el rock and roll, la deuda externa, el feminismo, el fraude de 1988, la iglesia católica… entre muchos otros y casi infinitos acontecimientos. Es, probablemente, una de las mejores trilogías para iniciar el sumergimiento al espiral que es la historia de México. 

Chapeau.