El vuelo JAL516 proveniente de Sapporo fue evacuado a las 18:05 hora local en el aeropuerto Haneda de Tokio, un poco menos de quince minutos después de la colisión, mientras los pasajeros veían humo en la cabina y sintieron un calor sofocante tras el aterrizaje, pero “un milagro” permitió que salieran antes de que la nave se incendiara.
Tras el choque en la pista con un avión de un equipo de guardacostas el pánico estalló en la cabina, en medio de los llantos de niños y de bebés y los gritos de pasajeros que rogaron que los dejaran salir de la nave, según un video captado por uno de los viajeros que fue difundido por los medios japoneses. “¡Por favor déjennos salir!”, gimió en llanto un niño.
Los miembros de la tripulación mantuvieron el orden y pidieron a los 379 pasajeros que cooperaran: “No saquen sus equipajes de la cabina, por favor”. Una pasajera relató a varios medios locales que el olor a humo penetró en la cabina generando pánico.
“Las puertas no se abrieron y todo el mundo empezó a entrar en pánico“, contó. “Empezó a hacer mucho calor dentro del avión y para ser sincera, yo pensé que no iba a sobrevivir”, dijo otra pasajera a la cadena NHK.
La tripulación evacuó a los 379 pasajeros con toboganes inflables, pero cinco de los seis ocupantes del otro avión murieron en un incendio desatado por la colisión.
“Es un milagro que hayamos sobrevivido“, declaró un pasajero del vuelo comercial al diario Nikkei. La nave siniestrada llevaba a un equipo de guardacostas a la zona afectada por el terremoto que dejó más de 60 muertos el día de Año Nuevo. Solamente sobrevivió el piloto y sufrió heridas de gravedad.
Los investigadores todavía no determinan las causas de la colisión, pero probablemente se debió a un “error humano”, según expertos en aviación.