Antes de que Gabriel Boric se convirtiera en el presidente más joven de toda América Latina en marzo de 2022, el empresario y político Nayib Bukele (San Salvador, 1981) ocupó ese puesto como el presidente no sólo más joven de Latinoamérica, sino también de El Salvador, tras la salida del político Salvador Sánchez Cerén. Actualmente, Bukele, tan polémico como joven, se encuentra de licencia, pues está compitiendo por su reelección en la elección presidencial de 2024.
Previo a su irrupción como controversial mandatario de El Salvador e incluso como político, fue dirigente de Obermet, Nölck Red América, 4am Saatchi & Saatchi, todas agencias publicitarias fundadas por su padre. Con el mismo puesto en la dirección, también estuvo al mando de Yamaha Motors El Salvador.
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Sin embargo, esos puestos lejanos a los menesteres políticos duraron relativamente poco, y en realidad nunca estuvieron alejadas de ello, pues las empresas de su padre fueron las responsables, durante más de una década, de la propaganda política del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el partido político de izquierda fundado en 1980, en medio de la guerra civil salvadoreña. Ahí, por lo que ahora se tildaría como nepotismo, consiguió ser jefe de la publicidad para el presidenciable Shafik Handal, mejor conocido como Comandante Simón, y quien fuera uno de los cinco miembros de la Comandancia General y secretario general del PCS.
El verdadero inicio
Poco más lustro después de su trabajo para el Comandante Simón, en 2011 se unió a las filas del FMLN para contender en las elecciones legislativas y municipales del 2012. Resultó elegido como representante y tomó posesión como Alcalde de Nuevo Cuscatlán el primer día de mayo de ese mismo año.
En ese puesto fue invitado a la jornada del Día Mundial de las Ciudades por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde enlistó una serie de logros por los que había trabajado para el municipio salvadoreño, entre los que destacó la entrega de una despensa para adultos mayores, una beca para los jóvenes, mejoras en los espacios públicos, etcétera.
Al concluir su gestión, para las elecciones (municipales) de 2015 se convirtió en alcalde de San Salvador. Durante el tiempo que estuvo al mando, además de la modificación del escudo de armas, que no duró más allá de 2018 cuando fue sucedido del puesto, dirigió la construcción de una biblioteca pública en la cabecera municipal, gestionó la creación de la Secretaría de la Mujer, así como la Secretaría de Cultura.
Destaca de todo, sin embargo, la mácula de corrupción que acompaña a la construcción del mercado de Cucastlán. A esa falta le acompaña el señalamiento al conocido “Juicio del Meme”, donde se le vincula a la realización de ciberataques en contra de periódicos locales de El Salvador.
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Para 2017, fue echado del propio FMLN por el Tribunal de Ética del partido “luego de ser acusado de violar los principios del partido y sus estatutos internos”, según informó La Prensa Gráfica. Fue el acabose para sus “actos difamatorios” y sus constantes faltas de respeto contra el partido, los derechos de las mujeres, entre otras más. Mientras era parte del partido, empero, mostró las primeras señales de querer ser presidente de El Salvador.
Nuevas Ideas y el camino como presidenciable
Dadas las circunstancias ríspidas con el FMLN, inició la creación del movimiento Nuevas Ideas, es decir, un nuevo partido político para poder participar en las elecciones presidenciales de 2019. A la creación del movimiento le acompañaron los discursos de hartazgo ante la vieja política y la urgencia de un nuevo cambio. Nada en apariencia nuevo.
Como consecuencia de las obstrucciones de la oposición para la inscripción de Nuevas Ideas como partido político, tuvieron que formar una alianza con Cambio Democrático (CD), otro partido de centroizquierda de El Salvador. Sin embargo, por problemas de CD en el pasado, este se disolvió por orden judicial. Y fue entonces que Nayib Bukele se inscribió con aquellos quienes desvelaban el verdadero rostro del joven político, con la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).
Tras el viaje que implicaba resultar inscrito como presidenciable, Bukele lo consiguió, aun entre el torbellino de inconsistencias, impugnaciones y errores durante su campaña: desde los errores y plagios y en su plan de gobierno hasta su ausencia en los debates presidenciales, pasando por su negativa a reconocerse como afiliado a GANA, situación que le generó una relación ríspida con algunos representantes del partido.
La presidencia de El Salvador
Elegido como presidente el 3 de febrero de 2019 debido a la honda ventaja en contra de su contrincante, Nayib Bukele consiguió evitar la segunda vuelta. Entre polémicas y acusaciones durante el periodo de su elección y su toma de posesión, asumió como el 46° Presidente de la República de El Salvador el 1 de junio de 2019, durante un periodo de cinco años.
Desde entonces, el presidente millenial, quien se regodea de un manejo máximo dentro de las redes sociales y viste con la frescura que le supone la edad, realizó una gestión elocuente durante la pandemia de Covid-19 que azotó al mundo, se sobrepuso (como pudo) a la crisis política de 2021, imbuyó por completo su gestión a los intercambios modernos de monedas (bitcoins). De entre todo, sin embargo, pese a los claroscuros, lo que sigue haciendo el ruido inmenso es su manejo contra lo que él llama “pandillas” y su plan de Control Territorial, pues vislumbra prácticas que violan derechos humanos y que incentivan prácticas más allá de lo cuestionable.