Con una inesperada eliminatoria realizada en Arlington, Texas, los Green Bay Packers se convirtieron en el primer equipo sembrado en la séptima posición general de la Conferencia Nacional, que logra una victoria en postemporada tras eliminar a los Dallas Cowboys 32-48, en la que también fue la primera derrota de los locales ante su gente en la actual campaña.
Una fatídica primera mitad, que además de contar con 27 puntos para los Packers y dos intercepciones de Dak Prescott que terminaron en las diagonales, mantuvo en todo momento al combinado de Green Bay al frente en el marcador, para extender su racha ganadora en el AT&T Stadium a seis victorias en la misma cantidad de partidos jugados ahí.
Con Jordan Love como una de las figuras estelares para los Packers, el quarterback de cuarto año y primero como titular finalizó con 272 yardas y tres pases de anotación, para disputar el premio a jugador del partido, con su compañero Aaron Jones, que en la vía terrestre sumó 118 yardas en 21 acarreos y superó las diagonales en tres ocasiones.
Sin explicaciones claras sobre la derrota, el propietario de los Cowboys, Jerry Jones, sentenció que el resultado fue incluso más doloroso y alejado de su comprensión, por el panorama previo que colocaba a su equipo como favoritos, aunque se negó a hablar del futuro inmediato de personajes como Prescott o el entrenador en jefe, Mike McCarthy.
“Lo que había planeado hacer era estar con Mike repasando cómo jugamos y preparándome para la próxima semana. Mañana (hoy) la agenda será despedir al equipo”, agregó el directivo de unos Cowboys que pasarán a 29 años desde su última victoria en la ronda divisional.
En un choque entre equipos con pasados entremezclados, los Detroit Lions hicieron historia al conseguir su primera victoria en postemporada desde 1991, tras vencer en casa 24-23 a Los Ángeles Rams, que significó una revancha personal para Jared Goff ante su ex equipo.