A la par de la crisis migratoria por el alto flujo de extranjeros que atraviesan el país rumbo a Estados Unidos, el Gobierno federal no tiene ni tuvo una estrategia para atender a los propios connacionales, quienes ahora no abandonan sus comunidades por pobreza o falta de empleos, sino por el crimen, violencia e inseguridad, aseguró el investigador Tonatiuh Guillén.
El experto, quien ocupó la titularidad del Instituto Nacional de Migración (INM) al inicio del sexenio, enfatizó que lo que hay en la administración federal es un fortalecimiento “notable, gigantesco, enorme” de la Guardia Nacional o de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en actividades que no tienen nada que ver con seguridad, como convertirse en constructores o administradores, pero la atención a la inseguridad o a la violencia no es central.
Estos factores que ahora obligan al desplazamiento interno en el país también afectan a los migrantes extranjeros en tránsito por México, quienes son víctimas de secuestros y extorsiones; este lunes fueron rescatados en Tlaxcala, más de 700 personas en situación de movilidad que se encontraban retenidos en una bodega en ese estado.
Guillén mencionó que entre 2008 y 2020 los flujos de mexicanos entraron en una dinámica a la baja, e incluso había quien planteaba que comenzaba a haber retornos.
“El gobierno de López Obrador se encontró con una situación poco compleja desde la perspectiva de la movilidad de mexicanos. Había una situación muy estable (…) había más gente que regresaba que la que se iba.
“Se volvió problemático a partir de abril del año 2020, que es donde empezamos a ver crecimiento de la movilidad de mexicanos, que tuvo un arranque, llamémosle de efecto post pandémico, por los efectos económicos, la pérdida de ingresos, la pérdida de empleos”, indicó.
Pero a partir de 2022 y 2023 comenzó a crecer la movilidad de grupos familiares integrados con menores de edad y a una escala que no se tenían registros.
“Los determinantes de origen ya no son los laborales, ya son, literalmente, personas que escapan. Que dejan todo. Que cuando mueves a la familia es porque ya abandonas la región porque no había opción, y te sales con la familia.
“No es casualidad que los albergues en la frontera norte se empezaron a llenar de grupos familiares mexicanos provenientes de Guerrero, Michoacán, Chiapas, Oaxaca y partes de Zacatecas, Guanajuato y Jalisco”, explicó Guillén.
Agregó que las expectativas para el final del sexenio son muy pesimistas porque no habrá una ruta de corrección, pues para el Gobierno federal no hay nada que rectificar o cambiar porque nunca se han equivocado y no hay necesidad de corregir.
“En el caso de la migración es dramático, no hay un reconocimiento todavía de que la migración mexicana haya repuntado tanto en este gobierno y menos reconocimiento de que parte de esa migración tiene razones originadas en el desplazamiento interno”, expuso.
4T ayudó al 89% de deportados en 2023
El 89% de los mexicanos deportados por Estados Unidos en 2023, aceptaron sumarse a los programas sociales del Gobierno federal.
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Gobernación (Segob), de 201 mil 713 connacionales que fueron devueltos, 180 mil 386 aceptaron apoyos de programas federales de los 201 mil 713 repatriados el año pasado.
El informe no desglosa qué programas aceptaron ni cómo se otorgaron, sólo trae las cifras generales de quienes obtuvieron las ayudas sociales.
El informe contiene una lista de apoyos que también se otorgaron a deportados “la información hace referencia a los apoyos que se otorgan a los mexicanos devueltos, bajo el esquema impulsado por las tres órdenes de Gobierno, Iniciativa Privada, sociedad civil y organismos internacionales”.
La Segob señala que, entre las ayudas adicionales, el año pasado se otorgaron alimentos a 166 mil mexicanos deportados de EU; 62 mil 174 obtuvieron descuentos en boletos de autobús; 22 mil 352 pidieron colaboración para tramitar la CURP y 6 mil 784 la acta de nacimiento. /Ángel Cabrera