En las últimas semanas se han documentado sucesos desafortunados alrededor de la industria aerocomercial, donde aviones de una conocida marca estadounidense se han visto envueltos en aterrizajes de emergencia, una explosión, la pérdida de una rueda, etcétera. Por tanto, más allá de los documentos y organizaciones que respalden y asesoren a la o las marcas, es indispensable que exista un organismo que represente a los empleados, en este caso a los pilotos de los aviones.
Para ello, en el caso de estos últimos, existe la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA de México). Se trata de un sindicato fundado en 1958, que se identifica como “la organización gremial pionera en la profesión”.
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Ratifican su compromiso a través de su trabajo y el tiempo, “con la defensa de los derechos laborales y con la seguridad aérea a través de un modelo sindical democrático y transparente al interior, consciente y abierto al diálogo con las empresas”.
Su sitio oficial indica que tienen en sus filas a más de 2500 pilotos activos y que mantienen una contratación colectiva con empresas como Aeroméxico, Aeroméxico Connect, Aeromar, Mexicana de Aviación y Aerocaribe. Asimismo, se conoce que la ASPA está constituida por el Comité Ejecutivo, comisiones de Vigilancia, de Honor y Justicia, de Hacienda, Escalafonaria y la Asamblea General.
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Recalcan su participación activa en la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Línea Aérea (IFALPA), “la cual agrupa a 110.000 pilotos de más de 100 países”. Aunado a lo anterior, se posicionan como “el único sindicato del mundo que organiza anualmente un Seminario de Seguridad junto con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)”.
“En ASPA”, finaliza el organismo, “tenemos un compromiso permanente con nuestra profesión, con la seguridad aérea y con las empresas en que laboramos. A través del ejercicio responsable de nuestra actividad, mantenemos el prestigio de las aerolíneas en que trabajamos, además de coadyuvar a su fortalecimiento”.
DG