La justicia francesa propondrá a las dos activistas ecologistas que rociaron con sopa el cristal protector de la Mona Lisa en el museo del Louvre una alternativa a una acción judicial que consistente en el pago de una “contribución ciudadana”.
Las dos activistas, que permanecieron en custodia policial desde el domingo, comparecieron ayer ante un delegado del fiscal, “con vistas a una contribución ciudadana”, que es una alternativa al procesamiento, según la fiscalía de París.
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El domingo, ambas mujeres rociaron con sopa de calabaza, que habrían escondido en un termo de café, esa obra maestra de Leonardo Da Vinci para defender “el derecho a una alimentación sana y sostenible” y denunciar un “sistema agrícola enfermo”.
Las dos ecologistas fueron detenidas por violar las normas de entrada y permanencia en el museo, como el hecho de cruzar la zona de seguridad delante del cuadro, explicó la fiscalía. Este delito está penado con mil 500 euros (mil 620 dólares) de multa.
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El cuadro más famoso del mundo, también conocido como La Gioconda, “no sufrió ningún daño”, informó el museo parisino.
La Mona Lisa, que se exhibe tras un cristal protector desde 2005, ya fue víctima de actos de vandalismo en varias ocasiones. En los últimos meses, diversos activistas realizaron acciones contra obras de varios museos de todo el mundo.