Los ebrardistas se exhiben exultantes.

 

Marcelo (Ebrad) ya fregó.

 

Y con él toda su gente, creen.

 

¿Por qué?

 

Según su dicho, el excanciller ya se arregló con la corcholata de López Obrador y reencauza su futuro como en 2000, cuando lo rescató el entonces flamante jefe del Gobierno del Distrito Federal.

 

Ese mismo personaje, hoy desde Palacio Nacional, parece haberlo perdonado y por supuesto la instrucción va en línea directa hacia Claudia Sheinbaum.

 

¿Y cuál será la siguiente escala política de Marcelo?

 

-El Senado de la República -subrayan sus cercanos-. El de coordinador y posiciones para todo su entorno en el Gobierno federal, alguna de las cámaras o las administraciones estatales.

 

Todo con un compromiso: vuelta al redil, sumisión y colaboración en la campaña presidencial para dar idea de la pregonada y no consumada unidad de todo el oficialismo, partido y gobierno.

 

SENADO Y CÁMARA

 

Sería el primero de los arreglos, pero hay más.

 

En quienes participan en la campaña de Claudia Sheinbaum va muy avanzada la especulación sobre el reparto de cargos todavía no conquistados en las urnas de junio.

 

Vea usted:

 

Marcelo Ebrard recibirá comunicación sobre los principales integrantes de la bancada morenista en el Senado para apoyar su trabajo parlamentario por lo menos en los primeros años del sexenio, pues quién sabe si dure.

 

Diferente a Adán Augusto López, quien participaría más en la designación de candidatos a diputados federales, a donde seguramente él iría de pastor.

 

En el cuadro legislativo también aparece Ricardo Monreal, cuya nueva influencia se verá si es confirmado su regreso como coordinador de la fracción senatorial morenista para encargarse de las reformas electoreras anunciadas.

 

¿Quiénes más irían a posiciones importantes?

 

Juan Ramón de la Fuente se ha posicionado como virtual coordinador de la campaña y por lo tanto en la antesala de la Secretaría de Gobernación, donde era esperado con López Obrador.

 

A Cultura, agárrese, un gesto para su promotor de toda la vida: Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del Presidente.

 

A la Secretaría de Relaciones Exteriores, Esteban Moctezuma, actual embajador de México en Estados Unidos.

 

Y Washington, la canciller Alicia Bárcena.

 

Ah, un mensaje conciliador al mundo y a los empresarios: repetiría en Hacienda Rogelio Ramírez de la O.

 

COLOSIO Y DURAZO

 

1.- Qué difícil posición de Alfonso Durazo.

 

Era secretario particular de Luis Donaldo Colosio desde el PRI, cuando era secretario de Estado y por supuesto como candidato a la Presidencia.

 

Pero ayer en lugar de clamar justicia se puso del lado de su amo: tras escuchar la Mañanera se manifestó por no cerrar la investigación sobre el crimen del 23 de marzo de 1994.

 

Con razón llama presidenta a Claudia Sheinbaum.

 

2.- La evaluación del equipo de Xóchitl Gálvez causó emoción por la respuesta de medios tradicionales y sobre todo en redes sociales.

 

Esto refuerza la idea de continuar con esa práctica con giros y objetivos ajustados sobre temas y blancos específicos.

 

En primera instancia abordó la inseguridad -más de 178 mil ejecuciones mientras el gobierno regresa 30 años a Lomas Taurinas- y la corrupción en el entorno presidencial.

 

Irónica, explicó cómo ahora las mayores oportunidades de enriquecimiento son (OJO: SON) para los hijos de López Obrador por el ejercicio de su influencia.

 

     @urenajose1

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