El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, buscará ser reelegido este fin de semana en una elección a la que llega con alta aprobación, con encuestas que lo perfilan como ganador por un amplio margen, mientras es tachado de “dictador” entre polémicas que empañan su mandato.
El mandatario busca su segundo mandato después de que la Corte Suprema de Justicia hizo una reinterpretación de la Constitución, que sólo permitía un mandato de cinco años.
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Esta semana, El Faro, medio local en el país, reveló que tiene en su poder audios y mensajes donde el Gobierno de Bukele intentó recapturar al líder marero Elmer Canales Rivera, mejor conocido como Crook, a través de conversaciones donde señalan que dieron información de inteligencia, pagaron viáticos y concedieron la liberación de su hermana a cambio de que negociara con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) la recaptura del líder criminal, en manos de las autoridades estadounidenses.
Su política de “mano dura” es criticada por activistas de derechos humanos ya que se apoya en un régimen de excepción vigente desde 2022 que permite arrestos sin orden judicial y da pie a detenciones arbitrarias, abusos y hasta torturas.
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El Observatorio Universitario de Derechos Humanos de El Salvador (OUDH) demandó a la Asamblea Legislativa poner fin al régimen de excepción.
Además, hay denuncias por el incremento de las agresiones contra los reporteros y medios de comunicación en 2023, donde el principal agresor fue el Estado.
El Centro de Monitoreo de Agresiones a Periodistas de la APES registró 311 agresiones en 2023, más del doble que en 2022, cuando contabilizó 147.
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POPULARIDAD
Bukele, quien ganó en 2019 con un 53% de votos, tiene prácticamente segura su reelección según las encuestas, gracias a su ofensiva contra las pandillas que aterrorizaban al país.
Mientras tanto, sin grandes pancartas ni mítines, ni calles empapeladas con las banderas de los partidos políticos, en las calles de El Salvador no falta la imagen del Presidente en los puestos del mercado.
Tazas, camisetas, gorras, llaveros, relojes, cuadros, muñecos de arcilla, delantales o alcancías de yeso se venden en el Mercado de Artesanías Excuartel, en el Centro Histórico de San Salvador, donde los pobladores también buscan sacar provecho de la popularidad de Bukele.
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Según los últimos sondeos arrasará. Sus rivales de izquierda y derecha figuran con una intención de voto de un dígito.
También goza de una popularidad del 90%, según el Latinobarómetro 2023. Incluso es más popular que el papa Francisco, según la misma fuente, por lo que analistas no descartan que Bukele, de 42 años y con todos los poderes del Estado de su lado, busque después la reelección indefinida.
Su política agrada en América Latina
Cuando la violencia llega a algún país de América Latina, en las calles, tribunas políticas o redes sociales claman: “¡Aquí lo que se necesita es un Bukele!”.
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El efecto se propaga en países como Honduras, Costa Rica, Chile, Argentina, Perú, México o Ecuador, que enfrenta una guerra contra el narcotráfico.
Según expertos, se debe al rechazo a la política tradicional y pérdida de fe en las instituciones por la inseguridad, pobreza y corrupción, graves en la región.
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“Es la esclerosis de la clase política que se alejó completamente de la sociedad, sus demandas y necesidades”, aseguró Michael Shifter, analista de Diálogo Interamericano.
“Bukele es producto de la historia”, dice Christophe Ventura, director de Investigación del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicos. “América Latina enfrenta los mismos problemas que El Salvador”, anotó.