El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó los términos propuestos por Hamás para un alto el fuego, calificándolos como “delirantes”, argumentando que el objetivo de Israel es lograr una “victoria absoluta” y que “no hará menos que eso”.
En respuesta al plan presentado por Hamás, donde se incluyó la liberación gradual de rehenes y negociaciones para un cese permanente del fuego, Netanyahu afirmó que ceder a dicho plan, “no sólo no conducirá a la liberación de los cautivos, sino que solo invitará a otra masacre“, afirmó mediante una rueda de prensa, después del encuentro con el secretario de Estado estadounidense,
Antony Blinken.
Además añadió que las operaciones en el territorio asediado durarían meses, no años, además de encontrarse encaminadas hacia una “victoria absoluta”.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden señaló a las demandas de Hamás como “un poco exageradas“, sin embargo señaló que las negociaciones continuarían.
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Como respuesta a la negación de la propuesta de alto el fuego, Netanyahu ordenó al Ejército israelí preparar una ofensiva sobre Rafah, donde se encuentran cientos de miles de palestinos desplazados del norte de la Franja de Gaza.
“Nuestros heroicos soldados están luchando actualmente en Khan Yunis, el principal bastión de Hamás. Hemos ordenado a las FDI que preparen una operación en Rafah y dos campos de refugiados, los últimos bastiones que le quedan a Hamás”, indicó.