Las y los jovenes le temen al compromiso por miedo, al fracaso, a que la relación salga mal, y a sufrir.
Foto: Captura de pantalla l Las y los jovenes le temen al compromiso por miedo al fracaso, a que la relación salga mal, y a sufrir.  

Aquí te contamos cuáles pueden ser algunas de las razones por las que los jóvenes tienen miedo al compromiso.

Febrero, suele ser uno de los meses más bonitos para las parejas, ya que justo el 14 de dicho mes es el día cuando se demuestra a los cuatro vientos el amor que se tienen el uno al otro, ya sea con algún detalle como flores, chocolates, una cena romántica, un viaje o una carta que refleje todos los sentimientos que afloran por el ser amado.

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Los más arriesgados, pueden optar por entregar un anillo de compromiso, para llevar a un siguiente nivel la relación; sin embargo, en estos tiempos, muchos jóvenes ya la piensan para dar ese paso, pues le temen al compromiso, por lo que mantienen una relación líquida como la define el sociólogo Zygmunt Bauman.

La cual muestra la fragilidad de una persona para adquirir compromisos con otra, por lo que estas son “fugaces, superficiales y etéreas”, dado que es más fácil estar genial con alguien en muchos períodos cortos de tiempo que durante etapas largas. Pero ¿por qué será así? A continuación te decimos cuáles serán los factores que desencadenan esta situación.

El Dr. en Sociología, Javier García Manglano, detalló en un artículo para el Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, que una de las principales causas por las cuales los jóvenes hoy en día siguen valorando la idea del matrimonio o compromiso formal es por la cuestión económica.

Pues la mayoría de las y los jóvenes intentan lograr una estabilidad financiera y laboral antes de involucrarse en el reto de formar una familia.

También por lo rotas que están las personas emocionalmente y psicológicamente, ya sea por malas experiencias en relaciones pasadas, traumas o miedos que las personas no han enfrentado y que pueden repercutir en la relación, pues muchos de ellos pueden desencadenar conductas o patrones que se arrastran desde el núcleo familiar.

De igual manera, porque buscan en lo individual alcanzar un tipo de reconocimiento, que bien no solo sea en el mundo laboral, sino personal, pues el sentirse querido, no por méritos, sino por la persona que uno es, es importante, para saber qué sí y qué no se puede ofrecer.

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Asimismo, porque no tienen definida una “aspiración por la vida”, y la vida tangible, cotidiana, pues como referimos anteriormente, se vive en la inmediatez, sin pesar en el futuro, ni en que quiero ni deseo, por lo que solo se vive el día a día y el momento.

Por otra parte, porque sienten que no serán capaces de cuidar de alguien más y porque están demasiados ocupados, que no saben como lograr que sus mundos confluyan.

Y no menos importante, por el miedo a invertir en tiempo, esfuerzo, emociones y dinero para que en un momento a otro algo pueda salir mal y se eche por la borda todo por lo que se luchó y construyó con la idea de “para toda la vida”, lo cual duele, si no, no es verdadero amor. Porque amar exige un desprendimiento de mi intimidad, es salir de mi zona de confort.

 

¿Tú le tienes miedo al compromiso?

CSAS