Inflación en México
Foto: Especial | Agregó que la probabilidad de que el Banxico realice un primer recorte en marzo a las tasas, pero las cifras observadas antes de esa reunión serán decisivas  

La cuesta de enero se resintió en los precios de alimentos como el jitomate y la cebolla, ingredientes principales de la cocina mexicana como el pico de gallo, lo que ayudó a repuntar la inflación en enero hasta 4.88%, a tasa anual

Además afectaron al índice las tarifas autorizadas al arranque de año de servicios como el agua, trámites vehiculares y el costo del gas LP, lo que contribuyó a crecer la inflación 0.89% a tasa mensual, coincidieron analistas financieros. 

Después de que el Inegi informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (la inflación) tuvo un rebote en enero, los especialistas vieron parte del origen en el alza de frutas y verduras. 

Alejandro Saldaña, jefe de análisis económico del banco Bx+, explicó que la variación mensual del índice, “fue la mayoral para un enero desde el 2017”. Detalló que como es usual al inicio de cada año se actualizaron los precios de algunos servicios (fondas, restaurantes) y mercancías como cigarros y refrescos, que además también resintieron el ajuste del Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS). 

Estimó que la inflación subyacente que había hilado 12 lecturas a la baja y creció a su menor ritmo desde el mes de julio de 2021. 

Saldaña abundó que en el caso de los petroprecios desinflaron los costos al productor, ya que a pesar de exhibir un menor crecimiento en las últimas cuatro lecturas al pasar de 0.98 a 0.95%. 

“Ello, pese al aumento en los precios del petróleo y en los costos de transporte marítimo que ocasionaron los conflictos en el Mar Rojo. El costo de bienes y servicios destinados al consumo final interino se desaceleraron de 4.52% a 4.19%”. 

En tanto, un análisis de Iván Arias, jefe de estudios económicos de Citibanamex registró que los principales riesgos para que siga creciendo la inflación son la persistencia de los componentes subyacentes y el repunte de precios de productos agrícolas como frutas y verduras, mientras un riesgo a la baja es una mayor apreciación del tipo de cambio y la desaceleración de la actividad. 

Arias anticipó que mantienen las perspectivas para la inflación general y subyacente en que puedan ubicarse al cierre de año en 4.3% y 4.5%, respectivamente. 

“Los precios de los agropecuarios registraron un fuerte aumento de 4.40% mensual, impulsados principalmente por el incremento de los precios de la cebolla y el jitomate. Los precios de la energía aumentaron 0.53% mensual, mientras que las tarifas autorizadas por el gobierno registraron una variación de 0.71% mensual. A tasa anual, la inflación no subyacente aumentó significativamente a 5.24% desde el 3.39% observado en el mes anterior”. 

Jessica Roldán, directora de análisis de Casa de Bolsa Finamex, puntualizó que los últimos datos de la inflación representan un riesgo para la retórica de recortes del Banco de México. 

“A pesar de que los datos de enero siempre son ruidosos, la inflación general anual regresó a niveles observados en junio-julio del año pasado, borrando el progreso significativo (impulsado principalmente por el componente subyacente) de la segunda mitad del año”. 

Agregó que la probabilidad de que el Banxico realice un primer recorte en marzo a las tasas, pero las cifras observadas antes de esa reunión serán decisivas para la posibilidad de una retórica menos compleja. 

“La postura monetaria actual ya es restrictiva, por lo que consideramos que hay espacio para disminuir la tasa de referencia. No obstante, el camino hacia los recortes será un campo minado”.