La cinta protagonizada por Greta Lee y dirigida por Celine Song presenta las complejidades de enfrentar el “hubiera”.

  

Uno de los retos más difíciles de migrar es la gente que dejas atrás. Sí, estás en busca de nuevas oportunidades (cuando hay el privilegio de migrar por elección), pero eso no significa que no hayas construido una vida en donde naciste, y que no duela dejarla ir. Y si en esa vida hay amores sin resolver, tal separación puede doler aún más.

Ese complejo tema se explora en la cinta nominada al Oscar Vidas Pasadas, cuyo relato se enfoca en Nora (Greta Lee) y Hae Sung (Teo Yoo), ambos amigos de la infancia en Corea cuya conexión era innegable, pero cuyas circunstancias ajenas a ellos —en este caso, que Nora se muda con su familia a Canadá en busca de mejores oportunidades— los dejan con asuntos sin resolver.

Sin embargo, un instinto los hace reconfigurar su relación 12 años después, en línea, y luego 12 años más adelante, en Nueva York, cuando Hae Sung va a visitar a Nora pese al matrimonio de esta con un novelista americano, Arthur (John Magaro).

Los principales temas de la cinta de Celine Song (cuya historia está basada en un encuentro que ella tuvo con su esposo americano y su amigo de la infancia coreano, en donde ella se sintió en dos vidas completamente distintas) son las oportunidades perdidas, la fuerza del destino y lo complicado que puede ser la migración y el perderse en otra cultura, ajena a la de tu nacimiento. Nora constantemente vive duelo migratorio, sobre todo cuando convive con su esposo americano y Hae Sung, remarcando las diferencias culturales de su matrimonio y cómo, aunque “le tocó” estar con el escritor, hay un deseo profundo de conectar con Hae Sung y con sus raíces. Cuando una persona representa nuestro país, el duelo de dejarla ir es doble, porque también es dejar ir el pasado y, quizá hasta cierto punto, tu cultura.

Es por eso que esta cinta ha tocado el corazón de las audiencias con su desgarrador final, razón principal por la cual fue considerada una de las mejores películas de 2023.

Es una tragedia que el trabajo de Song como directora debut no haya sido reconocido por la Academia, al traer una historia tan profunda y universal. Sin embargo, a pesar de tener pocas probabilidades de ganar Mejor Película (todo apunta a Oppenheimer como la vencedora), su historia ha dejado huella en muchísima gente, sobre todo quienes, obligadxs o no, han dejado su país y se han quedado con la duda de sus “hubiera”.

Acompáñenme la próxima semana para hablar de Secretos de un escándalo.

 

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