América Latina ha experimentado un marcado aumento en los precios de los alimentos, generando crecientes preocupaciones sobre la inflación, especialmente en países como México, Chile y Brasil. Esta situación no sólo amenaza la estabilidad en términos económicos y sociales, sino que tiene múltiples causas que van desde factores climáticos hasta decisiones de política fiscal.
En ese sentido, el cambio climático, con el fenómeno del Niño como factor determinante, ha desencadenado inundaciones y sequías en diversas regiones, afectando las cosechas y elevando los precios de los alimentos básicos, planteando el riesgo de perjudicar los precios de otros bienes y servicios.
En Brasil, se registró un incremento del 1.38% en el costo de alimentos y bebidas. En Chile, los alimentos subieron un 1%. Mientras que en México, el costo de vida aumentó un 4.88% en el último año, siendo el tercer aumento consecutivo, con un notable incremento del 9.53% en los precios de frutas y verduras.
Ante dicha situación, en Brasil, las autoridades monetarias han reducido la tasa de interés para contrarrestar la inflación, pero el fenómeno de El Niño sigue afectando cultivos clave. Chile, por su parte, ha reducido la tasa de interés, pero las presiones inflacionarias persisten.
En este contexto, es relevante mencionar la reforma fiscal de Brasil presentada en 2023, marcando un hito en la transformación del sistema fiscal con cambios como la implementación de un nuevo sistema de IVA y la eliminación de la tributación acumulativa.
Sin embargo, aunque Brasil muestra una mayor capacidad de recaudación fiscal en comparación con México, ambos países enfrentan desafíos distintos en sus sistemas fiscales y económicos. No obstante, la reforma, centrada en la simplificación y eficiencia, proporciona una perspectiva interesante sobre cómo abordar estos desafíos, buscando equilibrio entre crecimiento económico, justicia fiscal y desarrollo social.
Por otro lado, en México, Banxico se prepara para su primer recorte en marzo, y a pesar de los desafíos, la inflación subyacente ha vuelto a los niveles previos a la pandemia. Aunado a ello, cabe destacar que las Empresas Globales han propuesto un total de 20 iniciativas para el crecimiento económico de nuestro país, resaltando no sólo el alarmante entorno que nos rodea, sino también la oportunidad de transformar el destino de México, entre 2024 y 2030, a través de áreas como formación de talento, infraestructura, transición energética, un Estado eficaz y seguridad.
A medida que las autoridades monetarias se debaten entre recortes de tasas y la contención de los precios, la inflación se presenta como una preocupación evidente, pero es crucial reconocer que su origen va más allá de las políticas monetarias. En realidad, la raíz del problema se encuentra en los impactos del cambio climático, una situación que no sólo exige acciones en el corto y mediano plazo, sino también estrategias de adaptación para abordar de manera efectiva sus consecuencias a largo plazo.
Consultor y profesor universitario
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