El Senado de la República aprobó una reforma constitucional para evitar que bajo el pretexto de los usos y costumbres, los menores de edad puedan ser obligados a contraer matrimonio o se violen sus derechos.
De acuerdo con el dictamen, “en nuestro país, el matrimonio infantil se realiza principalmente en las zonas rurales, afectando a las niñas y los niños de esas comunidades”.
Según el Inegi, Fondo de Población de la ONU y el Instituto Belisario Domínguez, el 95.5% de las adolescentes casadas o unidas lo hicieron con parejas mayores que ellas.
“Es de llamar la atención que la problemática es mayor en esas comunidades. Por ejemplo, en el estado de Guerrero se tiene conocimiento que en el 2015 había casi 800 actas de matrimonio que registraban que la cónyuge tenía entre 12 y 17 años y una situación similar se presenta en el estado de Chiapas”, refiere el texto.
Ante ello, los legisladores determinaron reformar el artículo segundo de la Constitución para que las comunidades que se rigen por sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos, respeten de manera relevante, “la dignidad e integridad de las mujeres y el interés superior de niñas, niños y adolescentes, sin que pueda justificarse la práctica por el ejercicio de sus usos y costumbres. La ley establecerá los casos y procedimientos de validación por los jueces o tribunales correspondientes”.
La senadora Josefina Vázquez Mota, presidenta de la Comisión de la niñez y adolescencia, dijo que “no son mercancías que les den ganancias a personas adultas que lucran con estos actos de venta de infantes para matrimonios arreglados”, de ahí la importancia de su aprobación.