“Lo veo muy bien, creo que todos tenemos que contribuir a conseguir la paz, desde luego la responsabilidad de garantizar la paz y la tranquilidad es del Estado”.
Con estas palabras, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) palomeó las negociaciones que han realizado 4 sacerdotes y el obispo de Guerrero con integrantes de la delincuencia organizada para mitigar la violencia en Acapulco, Chilpancingo y Taxco.
Al respecto -tras ser cuestionado por la prensa- López Obrador comentó:
“Siempre los sacerdotes, pastores, integrantes de todas las iglesias participan, ayudan en la pacificación del país, lo veo muy bien (…) pero nada de acuerdos que signifiquen conceder inmunidad, privilegios, licencias para robar”.
Te podría interesar: Emilio Serrano se suma a la alianza PAN, PRI y PRD
A la par, dijo que los presuntos delincuentes viven como en “jaula de oro” y andan a “salto de mata” por lo que no están tranquilos y todo a cambio:
“De la troca, de la camioneta último modelo, de la jalanja, del dinero, del lujo barato. Imagínense lo que vale la libertad, la tranquilidad, la paz“.
A su vez, reiteró su crítica a la creación de autodefensas en gobiernos previos al suyo, tiempo en el que el Gobierno -según sus palabras- se desatendía de la seguridad y por ello las autoridades fueron parte -no de manera formal- de su creación-.
Te podría interesar: Acredita TEPJF uso indebido de recursos de Samuel García
Según medios locales, 4 obispos de Guerrero se habrían reunido con presuntos dirigentes de grupos delictivos para tratar de negociar la mitigación de la violencia en la región, pero estos se negaron porque -continúan los partes periodísticos- “ninguno quiso ceder territorio”.