La actriz Sasha Montenegro.
Foto: IMDB. La actriz Sasha Montenegro.  

Luego de no superar un grave estado de salud a causa de un cáncer, falleció a los 78 años la actriz y vedette Aleksandra Aćimović Popović, mejor conocida por el nombre que le acompañó desde que se mudó a Argentina, Sasha Montenegro. Su nombre de nacimiento, tan distinto al otrora renombrado, proviene del origen de sus padres, Zivojin y Silvia, aristócratas inmigrantes perseguidos por los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

En Argentina, primero vivió en Mendoza y más tarde en Buenos Aires, hasta 1969, que fue el año en que viajó a México por una oferta laboral en el séptimo arte. (Claro: jamás volvió a Argentina.) Tras un inicio en el modelaje y en la fotonovela, debutó luego en las películas que le llevarían a la fama en ese subgénero marginal del cine mexicano, el de ficheras, pero también en la época de auge de la industria fílmica nacional.

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La cintas de su vida

Su participación en más de cincuenta películas habla de su prolífica carrera en el cine mexicano, así como también en la televisión, pues participó en cinco novelas a lo largo de sus 35 años de carrera, por las cuales obtuvo un premio en la categoría Mejor actriz antagónica por su papel en Las vías del amor. 

Por el lado del cine, pese a la vasta variedad de proyectos realizados, se le recuerda por papeles inolvidables en sólo algunas cintas de su amplio acervo personal.

 Su debut cinematográfico, por ejemplo, bajo la dirección de Rubén Galindo, Un sueño de amor, en la que compartió escena con personajes como Verónica Castro y José José, donde este último hace de su novio que no puede olvidarla y la sueña y observa en todos rincones y acciones de su vida, incluidos los roces con quien ya es su esposa para ese momento.

Más tarde, para 1974, una especie de rompecabezas (Fe, esperanza y caridad) dirigido por Alberto Bojórquez, Luis Alcoriza y Jorge Fons, donde tiene un papel menos estridente pero igual de icónico en Esperanza, el capítulo dirigido por Alcoriza.

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Bastaba el paso de un año para que emergiera como la estrella que logró conquistar generaciones por la infaltable pasión en Bellas de noche, el clásico de Miguel M. Delgado estrenado en 1975 que protagonizó junto a Jorge Rivero. Es, según los estudiosos, la película que inauguró el cine de ficheras. No por nada toda la emoción estalla en las inmediaciones de El Pirulí, un cabaret que alberga a un boxeador retirado, nuevas ficheras, un proxeneta, una alcohólica oportunista y los dueños del club nocturno.

Otra de las populares del erótico y ficherísimo cine de la épca es la dirigida por Rafael Portillo, Muñecas de medianoche, estrenada en 1979 y protagonizada también por Jorge Rivero, Sasha Montenegro, Isela Vegas, Carmen Salinas, entre otros. Aquí, una aventura policíaca y chusca obliga a un par de delincuentes a travestirse para no ser presas de la mafia.

Algunos años después, en 1984, Sasha compartiría espacio con Andrés García en Pedro Navaja, la cinta dirigida por Alfonso Rosas Priego nunca aceptada por Rubén Bladés, quien es el autor de la canción sobre la que se adapta la película. Historia de club nocturno por donde se vea; si han escuchado la canción no dejarán mentir a quien esto escribe. Aquí, Montenegro comparte escena con otra de las divas del momento, Maribel Guardia.

Finalmente, aunque lejos del fin de su carrera como actriz, que fue para el año 2006, hay otra por la que no puede olvidarse a la actriz naturalizada mexicana: El diablo, el santo y el tonto, de Rafael Villaseñor Kuri, estrenada en 1987 y protagonizada por Vicente Fernández, El Piporro, Carmelita González y la primeramente mencionada.