El pasado 9 de abril el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) recibió una denuncia contra el exministro de la SCJN, Arturo Zaldívar
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Mientras Morena justificó las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto a que como presidente de la Corte, Arturo Zaldívar presionaba a los jueces para evitar que salieran los delincuentes; la oposición consideró que esta confesión advierte una intromisión a la división de poderes.

El coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, rechazó que el presidente haya dado “línea” a Zaldívar Lelo de Larrea para interferir en la decisión de los jueces.

Recordó que a través de la historia ha existido una relación de coordinación entre los poderes, siempre, “no es nuevo el que un presidente, titular del Ejecutivo Federal, converse con el presidente de otro poder, ya sea el Legislativo o el Judicial. Se inscribe en normalidad democrática”.

“Todos los presidentes de la República, sin excepción, han tenido mucha cercanía, poca cercanía, pero sin han tenido cercanía con los presidentes de la Corte y con los ministros de la Corte, eso es natural y, eso se inscribe en esa relación interinstitucional de colaboración de poderes”, aseguró.

En tanto, la vicecoordinadora de los senadores del PAN, Kenia López, dijo que con su declaración López Obrador aceptó la influencia que ejercía sobre el presidente del máximo tribunal del país y aseguró que además de ser ilegal, es inmoral.

“La posición cínica de López Obrador hoy, aceptando que el ministro Zaldívar, era influenciado, tomaba decisiones por mandato de Palacio Nacional, demuestra como a López Obrador no le interesan los contrapesos ni el Poder Judicial, lo que López Obrador quiere es controlar además de al Poder Ejecutivo, al Poder Judicial”.

La también jefa de oficina de Xóchitl Gálvez, declaró que “tener ministros a modo, tener jueces a modo, tener un Poder Judicial por consigna, a favor del presidente de la República es lo peor que le puede pasar al país”.

En tanto el senador del Grupo Plural, Germán Martínez, dio que “da pena la revelación de López Obrador de que Arturo Zaldívar ayudaba a hablar con los jueces a petición del gobierno para que no se liberaran a presuntos delincuentes”.

Lamentó que el presidente exhibiera con su confesión la falta de división de poderes en el país, “eso es lo primero que está clarito”, más allá de los delitos que se puedan cometer, entre ellos, obstrucción de justicia, ejercicio indebido de atribuciones, prevaricato y falso testimonio.

“Los jueces en este país deben ser autónomos, los magistrados deben ser autónomos y la Corte revisarle la tarea a los jueces y a los magistrados, para eso sirve la Corte, los jueces y las juezas, los magistrados y las magistradas de este país, del Poder Judicial, no son empleados de Norma Piña y menos de López Obrador”, aseguró.

LDAV