En demanda de mejores precios para sus cosechas, agricultores de la India llevan más de una semana con protestas en Nueva Delhi, que generaron enfrentamientos con la Policía y dejaron al menos un muerto.
Este movimiento revive las manifestaciones de hace dos años, como muestra del rechazo por parte del sector a las políticas del primer ministro Narendra Modi.
El miércoles pasado, la Policía reprimió con gas lacrimógeno a los campesinos que realizaban una masiva marcha hacia Nueva Delhi para exigir garantías legales para su producción, al mismo tiempo que el gobierno abrió otra ronda de conversaciones para intentar evitar que las protestas aumenten.
Las fuerzas de seguridad lanzaron proyectiles lacrimógenos a los manifestantes cuando estos intentaban acercarse a la ciudad.
Imágenes compartidas por la agencia de noticias india PTI muestra a un grupo de agricultores agitados, huyendo de las zonas fronterizas, mientras se levantan columnas de humo y se escuchan disparos.
Los campesinos que intentan dirigirse a la capital de la India desde los estados vecinos de Punjab y Haryana presionan a las afueras de la capital para llegar a un acuerdo.