Luego de que el Presidente divulgó el número telefónico de Natalie Kitroeff, periodista de The New York Times, que le solicitaba una entrevista sobre un reportaje que liga a colaboradores suyos con el narcotráfico, el Instituto Nacional de Transparencia (INAI), inició una investigación de oficio contra el mandatario.
Mientras que el propio diario estadounidese aseguró que “esta es una táctica preocupante e inaceptable por parte de un líder mundial en un momento en que las amenazas contra los periodistas van en aumento. Hemos publicado el artículo en cuestión y respaldamos nuestro trabajo de reportería y a los periodistas que van en pos de la información a donde sea que esta se encuentre”.
Durante la conferencia matutina de la Presidencia de la República, este jueves, el mandatario exhibió el documento de solicitud de entrevista sobre el reportaje de ese medio, en el que se detalla que Estados Unidos investigó presuntas transferencias del narcotráfico a colaboradores del ahora Presidente en la campaña de 2018.
Fue durante su Mañanera que el titular del Ejecutivo hizo alusión a dicho trabajo de investigación del mencionado diario internacional y leyó, en vivo, el teléfono de la corresponsal que solicitaba la entrevista.
El Inai indicó en un comunicado que la investigación busca establecer si existen violaciones a principios y deberes establecidos en la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de los Sujetos Obligados, luego de que el mandatario difundió el teléfono de la periodista.
Además, el Instituto se declaró a la espera de la posible denuncia que surja de este asunto.
Por su parte, el mandatario nacional le exigió al Gobierno de Estados Unidos que le informe sobre una nueva investigación que presuntamente liga su campaña de 2018 con El Mayo Zambada y Los Zetas, aunque la misma señala que no hay conexiones directas con el titular del Ejecutivo.
Esto, a 16 días de que EU a través de Elizabeth Sherwood-Randall –asesora de Seguridad de la Casa Blanca- le ofreciera una disculpa por un primer reportaje de ProPublica en el que se señala que la DEA investigó a su equipo de campaña de 2006 por presuntamente recibir 2 millones de dólares por parte del narcotráfico.
Ahora, el mandatario mexicano informó que el New York Times (NYT) publicaría un reportaje sobre presuntos vínculos con el narcotráfico de sus hijos y colaboradores cercanos durante la campaña presidencial de 2018, lo cual ocurrió poco después de su Mañanera.
La difusión de datos de la periodista Natalie Kitroeff por parte del Presidente, ocurre en un contexto en el que México es señalado como el país más peligroso para la prensa, por detrás de Palestina.
De acuerdo a la organización Reporteros sin Fronteras, en su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023, “año tras año, México se mantiene como uno de los países más peligrosos y mortíferos del mundo para los periodistas. El presidente Andrés Manuel López Obrador, en el poder desde 2018, no ha emprendido las reformas y acciones necesarias para frenar la espiral de violencia contra la prensa”.
La organización también detalla que “el presidente López Obrador y otras figuras destacadas del Estado han adoptado una retórica tan violenta como estigmatizante contra los periodistas, a los que acusan regularmente de apoyar a la oposición. Cada miércoles, el gobierno organiza una sesión de “¿Quién es quién en las mentiras de la semana?”, un espacio más en el que se intenta desacreditar a la prensa”.
En 2023, según la cuenta de Reporteros sin Fronteras, cuatro periodistas fueron asesinados en México, lo que pone al país por detrás de Palestina, territorio actualmente envuelto en la guerra entre la organización terrorista Hamás y el Estado de Israel, donde murieron 13 reporteros.
Detrás de México, empatados, aparecen Afganistán, Líbano y Bangladesh, con tres periodistas asesinados cada uno en 2023.
Por su parte, la organización Artículo 19 señala que en 2023 fueron cinco los periodistas asesinados, mientras que desde que comenzó el sexenio del presidente López Obrador al cierre del año pasado, se registraron 43 asesinatos entre la prensa mexicana.