Entre 2018 y 2022, los mexicanos aumentaron 30.9% su gasto en salud, invirtiendo mil 345 pesos trimestrales promedio por hogar alertó el Centro de Estudio Económicos del Sector Privado (CEESP) al revisar las cifras de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares.
El organismo acusó que el deterioro en que se encuentra el sistema de salud pública afectó el gasto de los ciudadanos y “es evidente que los hogares han visto deteriorado su nivel de bienestar por esta situación”.
El análisis económico reveló que hay serios problemas de atención y distribución de medicamentos, aún con la megafarmacia del gobierno, “aumentando la preocupación de millones de personas que todavía sufren de la ausencia de un servicio oportuno de atención médica”, precisó.
Recordó que con la fractura del sector salud después de la desaparición del Seguro Popular para darle paso al Instituto de la Salud para el Bienestar (Insabi), el resultado fue un deficiente sector salud con notorias consecuencias negativas para los hogares de menores ingresos.
“En principio porque dejó de inmediato sin cobertura a un amplio porcentaje de la población, integrado desafortunadamente en su mayoría por familias de bajos recursos”.
Agregó que de acuerdo a los resultados sobre la Medición de la Pobreza en México presentados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) mostraron que entre 2018 y 2020, 15.6 millones de personas se quedaron sin servicios de salud, “lo que generó gran preocupación, sobre todo porque se dio en un momento tan complejo como fue el de la crisis sanitaria por Covid-19”.
En el Análisis Económico Ejecutivo denominado “El deterioro del sistema de salud pública”, el ente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), puntualizó que 30.3 millones de personas se quedaron sin servicios de salud entre 2018 y 2022, más de la mitad de ellos fueron después de la pandemia.
“Ante la falta de cobertura y escasez de medicamentos en los hospitales y clínicas públicas, muchas familias, principalmente de bajos ingresos, han tenido que hacer frente a sus necesidades médicas a través de “gasto de bolsillo” con el impacto que esto implica en su economía familiar”.
Los datos indican que entre 2018 y 2022 el gasto promedio por persona en salud se incrementó 67.8%. El gasto en los servicios médicos se elevaron 61%, en atención hospitalaria 58%, en medicamentos sin receta 122% y con receta 75%.
“Es claro que el sector salud en México sufre de fuertes rezagos, incluso a nivel internacional muestra resultados decepcionantes. Dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) México es uno de los países con los más bajos indicadores en salud”.
El estudio apuntó que una de las mayores preocupaciones en los países es la mortalidad infantil y los datos de la OCDE indican que en México el nivelde muertes infantiles es de 13.8 por mil nacidos vivos.
“No hay duda de la urgencia de fortalecer el sector salud del país lo más pronto posible. No obstante, es claro que para ello se requiere de recursos económicos y que estos sean bien asignados”.
Además, dijo, un mejor sistema de salud debe tener la capacidad de ser lo más eficiente posible en materia de atención médica y su financiamiento; que asegure la atención de la población y el abasto de medicinas. .
“Es urgente mejorar el sector salud, tanto en recursos como en operación de su sistema” para impulsar competitivamente al país, abundó el CEESP.